GUARDIAN'S LOVE I; PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA "YOU"
Existe el mito de que en alguna Tierra paralela, los más viejos y sabios de ésta se dedican a criar guardianes, seres con dones y particularidades tanto peculiares como especies "programados" a de...
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»31. Está vivo. «
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—BARRY... NO...
Tan sólo unos minutos viendo atentamente el endemoniado aparato de Wells y Kailan parece haberse quedado sin lágrimas que llorar, completamente seca por dentro, y es que en verdad ya no encontraba fuerzas para continuarse llenando de mocos y mojar sus mejillas. Sin embargo, continúa temblando arrítmicamente entre los brazos reconfortantes de su padre con Vincent acariciando sus piernas de manera delicada, en un intento vago de calmarla pero sus ojos verdes ni siquiera se permiten parpadean, sólo se mantiene con la mirada fija sobre el pedestal donde antes Barry se encontraba, perdida, como sin motivos para seguir... Iris solloza a sus espaldas aferrada al cuerpo de Joe como único ancla seguro, Henry llora en silencio, con los labios apretados, la mandíbula, las manos, sin atreverse a perder la compostura ahí en medio de todos y Cisco y Harry simplemente se mantienen con los labios entreabiertos, incrédulos, incapaces de formular palabra alguna.
—Barry... Se fue... —Susurra Iris. Kailan sólo desea callarla de un golpe y detenerla de continuar diciendo lo obvio en el momento menos indicado. Más que nunca, en ese momento la odiaba. Porque Barry se había ido de ese mundo sin saber que lo amaba, y todo por su culpa. Sus instintos asesinos aumentaban cada vez más y pedían ser liberados...
Pero eso a Barry, a su castaño, no le habría gustado.
—Esto no... No debería haber sucedido así. —Masculla Wells, sintiéndose asustado por lo que había hecho. ¿En serio lo eliminó? Él... ¿Había sido el autor del asesinato de Barry Allen?—. Lo siento tanto...
—Lo perdimos. —Afirma con dolor Henry, sin poder seguir negándose a la cruda realidad.
—No, no, no. —Repite una y otra vez Cisco, regresado a la consola casi con desesperación—. Tal vez quedó noqueado o corrió hacia algún lado. —Lo escuchan teclear rápidamente—. Nada en el GPS...
Kailan alza la mirada, débil, pero con un único sentido cuando una realización le azota los pensamientos. Siente sus ojos arder en furia antes de zafarse de manera escurridiza del agarre que Vincent y Marcus mantienen sobre ella para levantarse lentamente y con agilidad, girándose a la misma velocidad para encarar a Wells con sus esmeraldas centellando en un escarlata opaco bastante perturbador, terrorífico. El de gafas tiembla sin poder evitarlo, aterrado por la mueca de odio que Kailan le da gratuitamente.
