Simplemente Tu

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El primer día de clases llegó, Julio pasó por su novia.

-Hola bebe!

-Hola mi niña! Julio la cargo y le dio vueltas mientras se besaban.

Y de pronto oyeron un grito

-Ehy tortolitos!!! Dejen eso para el Motel.

Daria se puso roja, y caminó a saludar a su cuñada que estaba en el auto. Hoy Romina entraba a 1er semestre.

-Animada Romi?

-Si Daria, ya quiero ver a los muchachos guapos! Me vas a presentar a unos?

-Jaja claro. Dijo Daria y le guiño el ojo.

-Ehy! Cuales muchachos? Tu vas a estudiar, bastante tienes con haber perdido un semestre. Les dijo Julio, fingiendo molestia.

Al llegar a la prepa, Julio y Daria iban del brazo, y Romi a su lado, llegaron a saludar a Lili y Diego que se estaban comiendo a besos.

-Bueno que les pasa hoy? Vayan a un motel. Dijo Romi

Todos soltaron una risa.

Julio acompañaba a su novia a su salón cuando escucharon un grito.

"Daria"

Los dos voltearon y vieron a Samuel.

-Que haces aquí? Dalia no pudo evitar ocultar la sorpresa.

-Vine a despedirme nena!

-Y cuando vuelves?

-Pues si me va bien, en 6 meses ya estoy aquí, para quedarme.

-Que bien Sami! Que tengas un buen viaje. Y aquí te esperó en 3 semanas

-Gracias. Y claro por nada falto, extraño demasiado las tortas ahogadas.

Ambos rieron.

Samuel se fue y Dalia vio a Julio algo serío.

-Que pasó niño?

-Nada, solo que no disimula nada.

-No importa, es a ti a quien quiero. Daria se paro de puntas y le dio un beso, antes de entrar a su salón.

Después de clases, Julio ya esperaba a su novia. Se fueron a comer los 5 y se ponían al día con Diego que no lo habían visto, ya que Lili no lo dejaba solo.

Pasaban los días y poco a poco se iban acoplando a su  rutina, Daria con sus entrenamientos de fútbol y ahora también los de basquetbol.

Julio en los de basquetbol y clases, ya que era su último semestre y tenía que estar al 100.

El ya había hecho tramites para Arquitectura y eso lo tenía algo nervioso.

***

Ya habían pasado 2 semanas  desde el inicio de clases. Y Daria notaba que nadie se acercaba a su novio y las pocas que lo hacían eran rechazadas por Julio.

Un día Daria fue a casa de Julio, el la ayudaría a estudiar.  Al entrar a la casa Romi les dijo.

-Si hacen cochinadas, por favor no hagan tanto ruido. Y se metió a su cuarto riendo.