Sakura llegó al colegio muy temprano, había visto cómo llegaban los demás, lujosos autos y choferes, así que se tomó la tarea de llegar antes para que no notaran que ella bajaba del transporte público. Deambuló por los pasillos, y no pasó mucho tiempo para que poco a poco el colegio se llenara de estudiantes, así que de dirigió al salón donde tomaba la primera clase. Ya habían alumnos ahí, Sakura caminó hasta su asiento, pero alguien la tomó del brazo. Giró la cabeza sólo para encontrarse con la oscura mirada de Sasuke Uchiha.
—Hola, nueva rica — saludó altanero. Sakura no respondió — No seas maleducada, contesta.
—Buenos días, Sasuke-san. ¿Necesitas algo? — dijo la pelirosa con frialdad. Sentía la mirada de los chicos en ellos.
—Sólo quiero hacerte una pregunta — le soltó el brazo. Acto seguido se dirigió a los demás — ¿Podrían dejarnos solos un momento? — dijo, o más bien ordenó, ya que todos salieron apresurados amontonándose en la puerta del aula. Juugo y Suigetsu, sus dos compinches que siempre lo seguían, se quedaron cuidando la entrada.
—¿Qué es lo que quieres? — preguntó Sakura tratando de sonar firme, aunque no lo logró del todo, el Uchiha la intimidaba.
—¿De verdad eres nueva rica?
Sasuke tenía de dónde sacar sospechas de que mentía, la había visto el día anterior haciendo de mesera en un café, a pesar de estar a cierta distancia, estaba seguro que era ella, esa melena rosada no se podía confundir.
Sakura se asustó, los nervios se le dispararon, se había quedado muda, y Sasuke la presionó aún más cuando le arrebató su mochila y esparció las cosas por el suelo.
La pelirosa no sabía qué hacer, sólo fue capaz de abrir la boca con sorpresa, los ojos se le llenaron de lágrimas, y como si el cielo le hubiera enviado un ángel, oyó la voz de Hinata en la puerta, peleando con los "perros guardianes".
—Estorban. A un lado — exigió la pelinegra.
—Vuelve después — Suigetsu trató de detenerla.
—¡Vuelve tú después! — gritó Hinata mientras lo empujaba y entraba. Frunció el entrecejo al observar aquella escena, y posó su vista en el chico — ¡Sasuke! ¿Qué crees que haces? !No puedes sacar a todos como si fueras dueño del colegio, técnicamente es el colegio de Naruto! ¿Porqué...?
No pudo terminar de hablar, Sasuke le había quitado el bolso.
—Que bueno que llegaste, hermanita — dijo él mientras también tiraba su contenido a un lado de las cosas de Sakura.
—¿¡Qué estás haciendo, imbécil!? — gritó Hinata.
Hubo un incomodó silencio, incluso entre los cotillas que estaban en la puerta. Se notaba a leguas la diferencia entre el contenido de las bolsas de las chicas, pero la más grande fue la cartera de marca, el iPhone, los lentes negros caros a simple vista, e incluso el propio bolso también de marca, que pertenecían a Hinata.
—¿Lo ves? — habló Sasuke dirigiéndose a Sakura — Sólo hay dos opciones: o todavía no sabes cómo gastar tu dinero, o no eres nueva rica.
Sakura fijó su mirada en el suelo, sentía que en cualquier momento lloraría por esa humillación. Hinata lo notó.
—¿Y qué te importa a tí si ella es nueva rica o no? — recriminó Hinata.
—Me importa. Si no es nueva rica significa que nos ha mentido a todos.
—Que tu vida no sea interesante y tengas la necesidad de meterte en la de los demás no es problema mío. ¡Recoge mis cosas ahora mismo, Sasuke! — la pelinegra golpeó con su tacón el piso, visiblemente irritada.
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¡Y es que odio amarte!
Genç KurguNaruto Uzumaki juró no enamorarse de la cínica Hinata Hyuga, quien además es su prometida, pero ¿podrá lograrlo siendo ella la única que puede pagarle con la misma moneda?