¡Y es que odio amarte!

Capítulo 16

Los guardias de las escaleras vieron bajar a Sasuke Uchiha, pero les pareció extraño que el chico llevara puesto el casco de su motocicleta, y más aún que también llevara el visor y desviara el rostro en cuanto pasó junto a ellos.

—Disculpe. — Habló uno de los hombres, pero al ver que el chico aceleraba el pasó, lo intentó de nuevo con más insistencia — ¡Disculpe!

Sasuke caminó más rápido cuando cruzó la salida y los guardaespaldas intentaron alcanzarlo.

—¡Deténganlo! — Ordenó uno de los hombres, y los demás se abalanzaron con rapidez hacia él.

Sin embargo, los guardaespaldas que el Uchiha llevaba entraron en acción y les impidieron acercarse. Lo detuvieron del brazo un par de veces pero con suerte y ayuda de los otros hombres se lograba soltar y seguir corriendo. Los dos guardias que cuidaban la entrada de los dominios Uzumaki llegaron corriendo al recibir la alarma de sus compañeros, entonces el sospechoso se quitó el casco.

—¿Necesitan algo? — Preguntó Sasuke con una sonrisa burlona.

Los guardaespaldas entendieron que habían sido engañados. No se dieron cuenta que Naruto había salido por la puerta del servicio, y aprovechando la conmoción escaló un árbol para saltar el muro y cayó sobre uno de los autos que habían estacionados afuera.

—¡Encuéntrenlo! ¡Ahora! — Gritó uno de los encargados de la vigilancia del chico que se había escapado.

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—No creo que haga falta que te pregunte si ya viste las noticias, porque es obvio que ya lo sabías.

Nagato miró fijamente al hombre de pelo gris que se encontraba parado frente a su escritorio.

—Sí. — Respondió Kakashi — Fue mi último trabajo. Ya no puedo hacer ningún trabajo oficial para el grupo Uzumaki.

—He oído que estás en espera de la decisión de mi abuelo. Entonces estás desempleado.

—Me gusta más pensar que soy un tutor a tiempo parcial.

Nagato frunció el entrecejo.

—¿Tutor?

—De Naruto, por el momento.

El Uzumaki suspiró y se reclinó en su silla.

—Siempre has tenido preferencia por él, siempre eres malo conmigo, Kakashi-san.

—A veces no quiero, pero termino haciéndolo.

—No puedes evitarlo, Naruto consigue ponerlos a todos de su lado. — Dijo Nagato con desdén.

—Excepto a tí. — Afirmó el contrario.

La puerta de la oficina se abrió bruscamente, y el motivo de la conversación entró dando grandes zancadas.

—¡Hermano! — Dijo Naruto con la respiración agitada de haber corrido por los pasillos de la empresa.

—Estaba a punto de irme. — Dijo rápidamente Kakashi. — Los dejaré solos.

El hombre se fue, cerrando la puerta tras de sí, y dejando únicamente a los dos hermanos. Naruto se tomó un tiempo para normalizar su respiración, mientras Nagato miraba algún punto en el ventanal.

—Mírame. — Pidió el rubio.

Su hermano mayor lanzó un resoplido antes de dirigir su vista a él.