Escuché el sonido de varias cámaras accionando al mismo tiempo cuando bajé del auto, los periodistas revoloteaban en la entrada del hotel. Siempre era lo mismo cuando todos los Uzumaki se reunían en un mismo lugar.
Acomodé mi saco y me posicioné entre mis abuelos, mientras que mi madre y mi tía iban detrás de nosotros, y mi hermano lideraba nuestro camino.
Los pases VIP que teníamos en dicho hotel (El hotel Zeus, de la línea hotelera de los Uchiha) nos facilitaban siempre las reservaciones y el acceso. Fuimos directo a la zona privada dónde comeríamos.
Hashirama siempre decía: "Deben vernos juntos de vez en cuando", así que se organizaban éstas comidas y nosotros debíamos dejarnos tomar fotos, sonrientes. En ésta ocasión estaba atestado de paparazzis, quizá porque era la primera reunión a la que yo asistía después de tres años.
—¡Naru-chan!
La aguda voz de mi prima Karin llegó a mis oídos, y la ví correr hacia mí enfundada en un vestido de verano a la medida. La melena rojiza recogida en una coleta se balanceó cuando aterrizó en mis brazos. Karin también estudiaba en Konoha, pero apenas regresaba de su viaje a visitar a su madre en España, así que era la primera vez que nos encontrábamos desde que llegué a Japón.
—¡No me llames así! Naru-chan se acabó a los 12 años. — Me quejé mientras le acomodaba los lentes que se le habían movido con la efucividad.
—Qué delicado. — Comentó, y luego miró hacia el tío Nawaki — ¡Papá, Naruto ya no me deja llamarlo Naru-chan!
—Cariño, ya no son niños. — Respondió el aludido acercándose. Me dió una palmada en la espalda a modo de saludo.
—Hola, tío. — Sonreí. No era que no me agradara, sólo que era demasiado sarcástico y manipulador.
—Que gusto verte otra vez. — Me dijo, y luego pasó su atención a Hashirama y Mito, y a sus hermanas.
Después de los respectivos saludos, fuimos a la mesa, yo con Karin colgada de mi cuello. Ella era así, ya la extrañaba.
—¡Tengo tanto que contarte! — Exclamó Karin — Estaba segura de que regresarías, todo el mundo decía que te habías ido para siempre, pero yo sabía que no estarías lejos mucho tiempo. Al principio circulaban tantas historias sobre el motivo de tu marcha, hasta que se hizo oficial que te fuiste para estudiar. ¿Sabes cuántas clases tenemos juntos? Regresaré mañana al colegio. ¡Y me he perdido el campamento! Le estaba diciendo a...
Y siguió charlando más y más. Sólo paraba para masticar su comida y continuaba, ya me había olvidado de lo hablantina que podía ser. Todos se enfrascaron en su propia conversación, yo me centré en Karin, y así fue hasta que terminó la comida.
..
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[...]
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Si no me hubiera desvelado tanto platicando con mi padre, hubiera sido soportable la clase de francés a las 8:10 de la mañana, y también si yo tuviera idea de lo que hablaba madame O'Malley: ¿Comment dis-tu? ¡Dios mío! Podía hablar inglés con tanta fluidez como cualquier norteamericano, pero, ¿No sé suficiente francés para pasar Francés II en Francais? Mi clase de Francés I en Los Ángeles no me preparó para madame O'Milley, quién en ésta clase se saltó preguntas del tipo "¿Cómo les fue en el campamento?" y se zambulló de lleno en algo llamado passé composé, que en apariencia es un tiempo verbal.Hinata se sentaba enfrente de mí en la hilera de escritorios, pero no me miró ni una sola vez durante la clase, aún cuando yo apenas podía ver otra cosa que no fuera ella. Si reprobaba francés, sería su culpa.
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¡Y es que odio amarte!
Roman pour AdolescentsNaruto Uzumaki juró no enamorarse de la cínica Hinata Hyuga, quien además es su prometida, pero ¿podrá lograrlo siendo ella la única que puede pagarle con la misma moneda?