Una buena actriz

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Cuando piensas que eres una persona fuerte la vida llega y te demuestra que eres la cosa más frágil que existe.

¿Estás bien? Me pregunta el mundo, sabes cuando una actriz finge que está ciega y todo el mundo piensa que es así, yo le digo a corazones ciegos que estoy bien, hasta el punto de convencerme a mi misma de ello, ni se imaginan el dolor y las lágrimas que escondo.

Cuando aprendes a distinguir una falsa sonrisa de una sincera, es porque esa persona te importa, y yo se que hay gente, poca, pero la hay, capaz de ver mi tristeza entre las miles de capas que maquillan mi sonrisa para que parezca feliz.

No es que sufra constantemente, hay veces que en verdad me invade el amor y la  felicidad plena, pero siempre aparece la culpa, tan amiga de mi conciencia, tan mala consejera, tan dolorosa cómo una realidad inevitable, similar a la muerte, se cuela entre mis venas cómo un veneno, me quita la vida poco a poco, gota a gota.

He tomado una decisión de la que aún me arrepiento, sé que jamás me perdonaré a mi misma por ello y en verdad lo siento, siento un dolor que no desaparecerá de mi alma hasta mi muerte.

Nada es fácil pero no hay nada más difícil, sé que no lo entiendes, a veces ni yo me comprendo, pero si no vuelvo estaré en el infierno y si regreso me espera un infierno en vida.

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