ITS OKAY IF IS YOU | HUNHAN

3. Detrás de su hermosa figura.

POV SeHun.

Todos en la vida pasan por un momento donde olvidamos quienes somos en realidad.

SeHun tuvo uno de los momentos más oscuros de su vida, donde nada pudo alumbrar su camino y donde se vió obligado a detenerse a tomar un poco de aire y digerir lo que estaba sucediendo.

Las cosas con LuHan parecían disolverse rápidamente sin que ninguno de los dos pudiera hacer algo para detenerlo.

Estaban haciéndose pedazos uno al otro y no podían dejarse. Por que el amor que sentían era una cuerda atada en sus muñecas.

Aún recuerda claramente aquella noche cuando LuHan empaco sus pertenencias y le gritaba una y otra vez que se iría lejos de él, en un lugar donde no pudiera encontrarlo, recuerda la imagen de un LuHan destrozado, con la mirada húmeda y el corazón hecho trozos.

Pero también recuerda el odio y el enojo que transmitía su mirada, como si SeHun fuera alguien desagradable para LuHan.

Aquel día conoció un sentimiento que no había conocido jamás: la soledad.

No mentiría si dijera que cuándo vio a LuHan salir de casa se sintió tranquilo, tantas peleas y tantos gritos habían hecho que SeHun olvidará las razones por las que seguía con el menor.

No se preocupó en pedirle que se quedará, que meditará un poco sobre marcharse porque estaba seguro de que LuHan regresaría al día siguiente o como máximo: una semana después.

Y pasaron los días y noches, la casa vacía y solitaria le recordaba a SeHun aquel episodio tan dañino, la cama siempre estaba fría y realmente comezaba a notar el peso de las cosas.

Se engañaba así mismo diciendo que LuHan regresaría, que tal vez la estaba pasando igual de mal que el.

Pero no fue así, LuHan realmente se había marchado a un lugar lejos de él. De un día a otro había desaparecido sin dejar rastros.

Había huído de él.

Recuerda la desesperación que lo invadió, aquella noche fue la noche más oscura en la vida de SeHun. Había estado en todo momento que LuHan lo necesitará, olvidándose incluso de él mismo sólo por complacer los antojos de LuHan.

Había estado en sus momentos más oscuros, sosteniendo sus pecados y secretos. Pero, ¿dónde estaba él cuándo SeHun cayó en el abismo?

Estaba perdido, no imaginaba una vida sin LuHan por qué no había una vida después de él. Le había prometido amor eterno, un amor invensible que lo podía todo. Un amor capaz de soportar cualquier cosa, un amor que podía luchar contra quién fuera capaz de interponerse.

¿Le había mentido?

No lo sabía, lo único que sabía era que LuHan había prometido algo que no era capaz de sostener. Y comprendió algo: eso del amor eterno era pura mentira.

Sin embargo, no todo fue malo.

Ya había caído lo suficiente bajo, estaba perdido en el camino que LuHan había trazado para él.

Había dejado de asistir a la universalidad, había dejado de frecuentar a sus amigos, se había aislado complemente porque a quien necesitaba no estaba ya.

Quiso que todo terminará, estaba en sus manos terminar con el sufrimiento.

Y entonces, ella apareció.

Fue el salvavidas que SeHun necesitaba para salir de toda esa mierda, fue el faro de luz que alumbró su camino de regreso a casa.

Irene había aparecido en el momento indicado y se había convertido en una parte fundamental para la vida de SeHun sin que ninguno se diera cuenta.