20. En mil pedazos | Parte 2

488 59 52
                                    

El tipo de mente que tienes es tan difícil de encontrar.
Nativo del mío, eres justo mi tipo,
de rodillas, siempre te perseguire,
te lo prometo hasta el fin de los tiempos.
Nuestra casa está en llamas,
nos estamos quemando.
Bailamos, pero por dentro estás lastimado.
Si me dejas por la mañana,
tendré un corazón tan solitario.
Si no puedes encontrar otra razón para quedarte,
entonces sé que siempre tendré
un corazón solitario.

Lonely Heart
—5 Seconds Of Summer.

Habían pasado exactamente ciento veintisiete días desde  la última vez que había visto a SeHun y en esos días, seguía sintiéndose de la misma manera asfixiante que había aparecido desde su primera noche lejos de él.

Un dolor se instalaba en su pecho cada vez que llegaba a su mente el rostro de SeHun, un hueco en el abdomen cuándo recordaba aquella tarde donde se dio cuenta de quién era realmente ese chico, del que sin saber ni un poco terminó enamorandólo con fuerza.

Mentiría si dijera que no lo extrañaba, si dijera que no tenía unas inmensas ganas de correr hacia su casa y decirle lo mucho que lo echaba de menos o mucho que lo amaba y lo arrepentido que estaba por decirle tantas cosas hirientes aquel día.

Sin embargo, dudaba SeHun tuviera tiempo de oír cada una de las disculpas que LuHan debía ofrecerle. ¿Al menos abriría la puerta? ¿Contestaría una llamada si el nombre de LuHan brillaba con intensidad?

No.

No lo haría y tampoco lo merecía. No después de todo lo que le había gritado, de esas palabras filosas que habían salido de sus labios y se habían impactado en su pecho, justo donde se hallaba su corazón.

En esos días eternos, LuHan se había dado cuenta de lo mucho que se parecía a SeHun: tal vez eran diferentes pero igual de mentirosos y egoístas. Porque si lo negaba, las palabras de KyungSoo le habían afectado con fuerza porque estaban llenas de razón.

Eran tóxicos y mentirosos, egoístas y dependientes uno del otro. Pero al final, se amaban con la misma intensidad y fuerza.

Pero ya nada de eso importaba, porque estaban lejos y hechos pedazos. Incluso si LuHan intentaba rehacer su vida, lejos y escondido de cualquier cosa que lo unieran a SeHun. Era casi imposible poder hacerlo.

Estaban atados por un hilo rojo, invisible a la vista de los demás. Pero qué, se ajustaba con fuerza a la muñeca de ambos. Por eso había puesto una distancia entre ellos.

Por el bien de ambos.

Había abandonado su puesto en la empresa, había dejado el departamento e incluso, se había alejado de JongIn y KyungSoo alegando que era mejor mantenerlos lejos de cualquier problema que persiguiera a LuHan. Tenía un empleo de medio tiempo en una tienda de conveniencia que quedaba en un pequeño barrio de Itaewon y un pequeño departamento donde podía vivir cómodamente.

Poco a poco, estaba levantando la vida que SeHun le había destrozado. Había conocido a un par de chicos con los que compartía el empleo y ellos parecían entender cada una de las cosas que LuHan les contaba.

Tenía nombres extraños pero eran agradables.

Sin embargo, está mañana LuHan se sentía incompleto. Sentía una sensación de inquietud que no lo dejaba, un mal presentimiento estancado en su garganta y aunque fuera exagerado, no podía evitar pensar en que tal vez le había sucedido algo a SeHun.

ITS OKAY IF IS YOU | HUNHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora