14. Un recuerdo inolvidable

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Cuatro años antes:

LuHan recibió con una sonrisa brillante al chico frente a él, se acercó hacia donde estaba dando pasos largos y cuándo solo eran centímetros los que los separaban, se lanzó a sus brazos.

Inmediatamente fue correspondido, el chico frente a él lo sostenía con fuerza contra su pecho, estaban tan cerca que podían sentir el calor que emitían y los latidos de sus corazones emocionados.

—Te extrañé tanto — le confesó el chico con voz baja. Cómo si fuera un secreto para el mundo —. Te extrañé tanto que creí que iba a morir.

LuHan río separándose un poco para ver el rostro de su amado.

Mechones azabache caían sobre su rostro de manera desordenada, sus ojos era pequeñas rendijas brillantes y en las esquinas de sus labios se extendía una sonrisa hermosa.

Aquel chico era frío pero con él, parecía ser una excepción.

Eran días de sonrisas, de miradas brillantes y mejillas carmesí. Noches de insomnio provocadas por el roce de pieles sensibles al tacto del otro, de besos húmedos y promesas entrecortadas con corazones acelerados.

Algo crecía dentro de LuHan cada vez que pensaba lo mucho que amaba al chico pálido frente a él.

—También te extrañé —le confesó con voz suave mientras acercaba su rostro al pecho del chico escuchando lo que sus palabras provocaban en él —SeHunnie...

SeHun soltó una risita cuándo escuchó el sobrenombre lindo que LuHan había escogido para él.

LuHan se alejó unos centímetros mientras tomaba su mano para comenzar a guiarlo por el camino.

—Tengo una sorpresa para ti, sígueme —le contó llevándolos por el camino de flores blancas que había dejado minutos antes.

A unos metros estaba una imponente iglesia, sus puertas estaban abiertas aunque fuera ya bastante tarde, de su interior resaltaban pequeñas velas que iluminaban su interior.

Caminaron hasta llegar a la puerta y tomarse firmemente de las manos, SeHun lo miraba sin entender que tramaba. Sin embargo, su corazón latía con fuerza impidiéndole pensar alguna razón.

—Como tú eres mayor debes entrar primero y esperarme frente al altar —le explicó LuHan con un tono nervioso, sus mejillas brillaban por el sonrojo.

SeHun asistió caminando lentamente hacia el altar.

Había una enorme cantidad de rosas blancas en cada uno de los asientos de la iglesia, pétalos en el suelo y velas que indicaban el camino. SeHun sonrió con la mirada brillante y comenzó a avanzar poco a poco.

Se detuvo frente al altar y le lanzó una mirada a LuHan para que avanzará también.

LuHan avanzó lentamente, con la mirada clavada en el suelo. Su corazón palpitaba con fuerza contra su pecho, sentía sus palmas aferrándose a la pequeña caja de oro entre sus delegados dedos.

Cuándo estuvo frente a SeHun tomó sus manos y le entrego la pequeña caja. SeHun lo miró y sonrió aún más.

—Puedes empezar —le dijo con la garganta reseca por los nervios.

LuHan asistió.

—Estamos aquí, para unir a dos almas enamoradas en una sola. Para que sean felices y multipliquen día a día el amor que sienten por el otro —comenzó a recitar LuHan con la voz temblorosa tratando de no olvidar las palabras que había memorizado mientras miraba el rostro de SeHun —. Estos anillos son la promesa del amor que ambos sentimos, incluso si las adversidades nos impiden ser felices juntos...

ITS OKAY IF IS YOU | HUNHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora