ITS OKAY IF IS YOU | HUNHAN

1. Las mismas palabras para el corazón roto.

No quiero estar solo esta noche,
es bastante claro que aún no te he superado.
Todavía pienso en las cosas que haces,
así que no quiero estar solo esta noche  (…)
Y mira lo que me hiciste hacer,
estoy con alguien nuevo.
Oh bebé,
bebé estoy bailando con un extraño.

—Dancing with a stanger
Sam Smith feat. Normani

Mudarse no era una idea que emocionará demasiado a LuHan y mucho menos regresar a lugares donde ya no era bienvenido ni mucho menos esperado. Sin embargo, no tenía otra opción. Parte de la madurez era afrontar sus miedos y temores, así como las inseguridades que llevaba dentro de él.

Y una de esas inseguridades tenía un nombre demasiado hermoso que no podía ser nombrado
en voz alta:

"Oh SeHun"

Aquel chico que había llegado a su vida hace demasiado tiempo pero que seguía brillando con la misma intensidad. Seguía teniendo la misma importancia dentro de su vida de una manera abrumadora.

Y no había nada que Luhan pudiera hacer para evitarlo, amar a alguien es algo que no se puede evitar. No es la persona quien elige a quien amar, no hay nada de cálculos ni letras chiquitas porque no es el celebro quien decide eso, quien lo decide es el corazón.

Y algunas veces, aquel órgano palpitante era un poquito difícil de comprender.

Había terminado de empacar las pocas cosas que tenía en su apartamento, ninguno de los muebles le pertenecía así que no había que arreglar molestas mudanzas. Cuando cerró la última maleta, sintió un poco de temor. ¿Realmente estaba listo para algo así? Bueno, de cualquier manera no podía arrepentirse. Había aceptado una oferta de trabajo en Corea y aunque no quisiera realmente debía cumplir con sus obligaciones.

Meses atrás se había presentado ante él la oportunidad de sobresalir como el gran organizador de eventos que era. Debía organizar uno de los eventos de apertura de una de las marcas más famosas de Asia, la empresa de entretenimiento "¡Oh & Oh!".

En un principio se negó rotundamente a participar en aquello, porque no estaba preparado para regresar a ese país y en especial a esa ciudad donde había vivido por varios años en su juventud y donde le habían roto el corazón.

Pero cuando se lo contó a su amigo, el chico con mirada de borrego perdido: Yixing, casi había sido golpeado por ser tan tonto y desaprovechar ese tipo de oportunidades.

—Esas enormes oportunidades solo aparecen una vez en la vida, ya desperdiciaste una. ¿Quieres desperdiciar otra? —le había reclamado esa tarde.

Y a regañadientes aceptó.

Pero nunca estuvo seguro de si era lo correcto reabrir una herida que aún, ni siquiera había comenzado a cicatrizar.

Cuándo YiXing llegó a su apartamento, todas las cosas que LuHan llevaría consigo estaban en la entrada, había tomado una ducha y estaba perfecto para partir al aeropuerto.

Ambos bajaron las maletas y una vez que todo estaba en su sitio, subieron al auto en silencio.

LuHan no tenía la intención de comenzar una conversación, estaba demasiado sumido en sus pensamientos como para prestar atención.