ITS OKAY IF IS YOU | HUNHAN

6. Miradas azucaradas

—Invitalo a cenar contigo —le sugirió BaekHyun desde el otro lado de la oficina demasiado concentrado en sus deberes —Estoy casi seguro de que te dirá que sí.

LuHan se lanzó al respaldo de la silla, bufo desesperado y pensó que tal vez no era tan mala idea lo que BaekHyun le había sugerido, si quería acercarse a SeHun otra vez debía empezar desde cero cómo cuándo se habían conocido.

—¿Y sí dice que no?

—¡Por Dios LuHan! —exclamó BaekHyun exasperado volteando hacía él—¡Le gustas, por supuesto que va a decir que sí!

Aquella respuesta le dio un poco de esperanza a LuHan, tal vez la suficiente para atreverse a invitarlo. Y rogando internamente que todo saliera bien y que Irene no terminará metiéndolo en un problema.

—¿Sabes qué?, lo voy a hacer, voy a invitarlo a cenar y todo saldrá bien —se animó asímismo.

BaekHyun lo miró con la ceja levantada divertido por la situación, LuHan podía darse esperanzas y matarlas en un instante.

LuHan se levantó de su escritorio y caminó hasta la puerta arreglando su ropa con sus palmas húmedas por los nervios estuvo a punto de abrir cuando BaekHyun volvió a hablar:

—Haz las cosas bien, pase lo que pase. Tienes todas las de ganar —le advirtió.

LuHan estuvo a punto de preguntar a que se refería pero capto la indirecta rápidamente: Irene.

El problema que desde hace un par de semanas se había convertido en un dolor de cabeza.

Salió de su oficina cerrando la puerta tras de él, caminando pacientemente hasta el elevador intentando guardar la calma, se sentía como una colegiala enamorada de su "Oppa", aunque por supuesto; SeHun era su Oppa.

Cuándo llegó a la oficina de SeHun notó que Irene no estaba en su lugar y supuso que probablemente estaría dentro con SeHun comiéndole la boca.

No pudo evitar sentirse molesto por eso pero alejó esos pensamientos de su cabeza antes de actuar, la realidad es que no tenía el derecho de reclamar.  Ni siquiera el derecho a preguntar.

Esos derechos los había perdido hace mucho tiempo.

Caminó por el pasillo sigilosamente para oír cualquier otro ruido dentro de la Oficina de SeHun, no pudo evitar sentirse estúpido por aquello pero era mejor prevenir que evitar.

Cuándo estuvo frente a la puerta tocó un par de veces y abrió poco a poco.

SeHun estaba concentrado organizando unos documentos que ni siquiera notó la presencia del menor hasta que LuHan cerró la puerta tras de él.

La mirada dura de SeHun choca con la de LuHan.

—¿Interrumpí algo importante? —pregunta nervioso, acercándose hasta quedar en frente del gran escritorio.

SeHun niega soltando un suspiro cansado.

—No LuHan, estaba apuntó de irme a casa —le responde con tono suave intentando ocultar su molestia.

Si realmente LuHan no conocerá a SeHun tanto, habría ignorado esa mirada hostil y ese tono voraz como algo de su imaginación pero lo hace.  Lo conoce como la palma de su mano y sabe que algo le molesta. Aunque sea un poco inexpresivo, LuHan sabe cuándo algo no anda bien.

Y teme que eso eché a perder la "cita", bueno corrección: la cena de "sólo negocios" entre ellos.

Así que vuelve a hablar.

—Es tarde, ¿no?

—Un poco.

—Tienes una linda vista.