Harry Potter Y El Cliché Interdimensional (sin editar)

Capítulo 8

Un chillido agudo de parte de una de las Potter estremeció a las recién llegadas.

Mayonesa rodó los ojos y murmuró un "otra vez esta mierda" por lo que recibió un golpe, ya que según su madre, "era muy joven para usar ese tipo de vocabulario".

Camelia se abrazó más a su madre y cerró los ojos intentando ignorar los gritos y retorcijones, su madre le tapó los oidos. Axel sólo atinó a abrazar a Mayonesa de manera protectora, lo que dejó impactada a la chica.
Blue Rose soltó un suspiro cansado y comenzó a juguetear con sus anillos con aburrimiento.

McEn cerró los ojos y su madre le dió unas palmaditas consoladoras en la cabeza.

Finalmente todo se detuvo.

— Vaya...— comento Annie rompiendo el silencio— Pues... Necesitaré una explicación de eso.

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Summer finalmente había logrado ignorar el dolor que le traía su madre, se encontraba sentada sola en la biblioteca, recostada en el sillón leyendo. Dejando que su mente divagara entre la tranquilidad de las letras, cuando Belle abrió la puerta de una patada.

— Suelta el libro. Debemos tener una reunión familiar.

— No eres quien para ordenarme nada. — respondió sin apartar la mirada de su libro.

— Mira entiendo que las novelas Caroline Isabelle puedan ser muy atrapantes.— dijo su madre. — Pero esto es importante.

— Y al parecer, más importante que yo, porque no abandonas el tema. A diferencia de cómo hiciste conmigo.— replicó la pelinegra cerrando el libro.

Belle se cruzó de brazos y se apoyó contra la pared.

— Por eso tenemos que hablar.

Summer soltó un largo suspiro. Y miró a su madre a los ojos, quién le sostuvo la mirada.

— Bien. Pero en el momento que alguien se ponga a llorar me marcho.

— Yo no lloro.

— Me refería a Sirius.

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— Cuéntamelo todo.— pidió Annie sentándose en el sillón junto a su hijo.

El pelinegro se pasó una mano por el cabello.

— ¿Todo sobre qué?

— Tidi sibri qui. No te hagas ¿Crees que no vi como se miraban tú y Ginny? Estaba a punto de darles protección.

— ¡Mamá!

— No voy a pedir perdón por decir la verdad.

— Eres demasiado entrometida.— se quejó McEn cruzándose de brazos.

— Agradece que solo soy entrometida y no controladora. Que bien podría estar en contra de tu actitud rebeldosa.

— Si estuvieras en contra de mi rebeldía me rebelaría.— respondió McEn cruzándose de brazos.

Annie alzó una ceja de forma escéptica.

— Lexy, si yo no aprobara tu actitud, estarías lavando los platos.

— Sí... También es verdad... ¡Pero únicamente porque los demás nunca los dejan completamente limpios...! — se calló ante la mirada de su madre y esbozó una pequeña sonrisa.— Ya. Entendí.