Harry Potter Y El Cliché Interdimensional (sin editar)

Capítulo 1

Nuevamente chicas sin mucho sentido del pensamiento llenaron el Gran Salón causando revuelo.

Kate rodó los ojos. Como si tuvieran tiempo para ellas teniendo en cuenta todo lo que estaba ocurriendo.

— Silencio ¡Silencio!— exclamó Umbridge quién, a esa etapa de su reinado del terror, ya se creía la directora.— Creo que Albus tiene una buena explicación para esto.

— Pues sí. Por favor, denle la bienvenida a las chicas Malfoy, felicitaciones señor Malfoy.

Draco palideció más de lo normal. Eran a caso esas... ¿Sus hijas?

Miró a Hermione ¿Sería ella la madre? Pero la castaña no se veía para nada alarmada, más bien, extremadamente aburrida, como si hubiera vivido aquello miles de veces.

¿Eso significa que ya le han aparecido miles de hijas durante las vacaciones?

¿Cómo le explicaría a su padre que había embarazado a Hermione sin enterarse?

Comenzó a sudar.

— Son tus hermanas, pedazo de idiota.— le dijo Axel, adivinando sus pensamientos.

Draco soltó un suspiro aliviado, sin preguntarse cómo es que Axel había adivinado con tal facilidad sus pensamientos internos.

Y es que él no sabía que en una dimensión externa a la suya, el Potter y él habían sido amigos hasta segundo año, cuando llamó sangre sucia a Hermione.

Axel nunca lo perdonó.

— Debe haber un error— dijo Summer cruzándose de brazos.— Ninguna de estas parece hurón.

— Pero esa parece perra— hizo Camelia con su usual tono inocente.

— ¡Camelia!— exclamó McEn escandalizado— Summer, deja de corromper a la niña, por favor te lo pido.

La pelinegra se encogió de hombros con una sonrisa en los labios, la verdad, le encantaba que Camelia la tomara como un modelo a seguir.

Comenzaron las presentaciones. Una chica llamada Asteria era indudablemente hermosa y la mejor amiga de su hermano, a pesar de ser Gryffindor y estar enamorada de Dobby.

— Wow... Eso es otro nivel de P.E.D.D.O ¿Verdad Hermie?— dijo Fred.

La castaña rodó los ojos.

Una chica llamada Lynx, increíblemente hermosa, odiaba a su familia por sus creencias, era Gryffindor y estaba en una relación con Harry.

Una chica llamada Cassiopea enamorada perdidamente de Fred y pelirroja por alguna razón que desconocían, era metamorfomaga y la oveja negra de su familia, según sus propias palabras.

Una chica llamada...

— ¡Basta!— exclamó Kate levantándose. Todo el comedor se giró a mirarla.— ¡No tenemos tiempo y ellas no tienen neuronas para someternos a tal tortura! Demonios, tenemos cosas más importantes en las que invertir la cabeza. Me largo.— decidió mientras, con la mirada de todo Hogwarts sobre su espalda, se marchaba del Gran Comedor.

Cordelia se apresuró a ir tras ella. Blair, ante esto, soltó una maldición por lo bajo. Paul alcanzó a escucharla y sonrió.

— Me llamo Sirrah Malfoy.— dijo una chica que a Hugo le pareció increíblemente hermosa. Aunque no se comparara con la belleza de las demás, cuyas caras eran tan perfectas que casi daba asco mirarlas. Tenía pelo rubio que caía en hondas sobre sus hombros, una dulce sonrisa comprensiva y sus ojos azules brillaban suavemente cada vez que su mirada de posaba en....

Hugo siguió el curso de su mirada. Harry.

Soltó una maldición por lo bajo.

— Creo en la pureza de sangre, pero respeto quién no piense igual. Es un país libre — se encogió de hombros— Por ello nunca tuve problemas con nadie. Si alguien cree en la igualdad, pues que crean en la igualdad. A mí me da igual. Que los grandes magos conocidos hayan tenido una ascendencia mágica al menos de un lado, no niegua el hecho de que Hermione es la mejor alumna, así que hay una posibilidad de que mi familia y yo estemos equivocadas.

— Me llamo Magnus Malfoy— dijo un chico rubio subiéndose a la tarima y causando suspiros entre las chicas. Tenía el pelo rubio platinado y unos ojos celestes que derretirían a cualquiera. Pero su actitud despreocupada daba a entender que él no se veía a sí mismo de esa forma. — Creo en la pureza de sangre, principalmente por razones familiares que argumentos reales...— detuvo su mirada en Hermione y sus labios se curvaron en una media sonrisa— Pero de todas formas da igual, porque no importa cuánto me esmere en ser el Malfoy perfecto, con las creencias perfectas, el favorito siempre será Y Draquito. ¿Verdad que sí, amante del gel?

— Me agrada— dijo Camelia. — ¿Podemos adoptarlo?

— Es una persona, no un perro, Melia— respondió Mayonesa.

La pequeña Black soltó un bufido y se cruzó de brazos.

— Summer me habría dejado adoptarlo.

~~~

— ¿Se puede saber qué te pasa?— preguntó Cordelia mientras seguía a Kate por los pasillos.

Kate se detuvo en seco y se giró a mirarla con los ojos centelleantes de rabia.

— ¿Qué me pasa?— repitió— ¡¿Qué me pasa?! ¡Blair está destruyendo todo y no te das cuenta!— exclamó. Cordelia se cruzó de brazos y abrió la boca para replicar pero Kate la calló.— Cállate dos segundos y déjame hablar. Quizás parezca que estoy ausente, Cordy, pero la verdad estoy observando. Siempre ha sido así.
Y lo noto. Noto como Blair te mira y me da miedo.

— ¿Miedo?

— Sí, te mira como el nuevo objeto que necesita poseer.— se acercó a ella un poco.— Te mira como si fueras un juguete más para su colección.

— No es verdad...— comenzó Cordelia.

— ¿Qué no? ¡Mírate! ¡Gia y tú están peleadas y la pequeña no sonríe ni aunque Paul se esmere en lograrlo! ¡Esta destruida! ¡Por tu culpa! Te está manipulando. Esta matando personas y no te das cuenta. Te cegó, Cordy, y odio verte así.

— ¿Verme como?

— Manipulada, encadenada, hechizada por los encantos de una máscara.— se acercó y tomó el rostro de su amiga entre sus manos — ¿A caso me ves siquiera o ves lo que Blair te mostró de mí?

— Yo... Yo...— comenzó Cordelia, a quien por primera vez le faltaban las palabras. — No lo sé.

— Y también pasa— dijo Kate en un susurro— Que te quiero y no lo ves.

Y la besó, sin más.

Cordelia se dejó llevar unos instantes, con el corazón desbocado, pero se separó poco después.

Más bien, la separaron.

Blair le pegó en la nariz a Kate.

— No la toques.— amenazó mientras la rubia se llevaba las manos a la cara para descubrir que, efectivamente, sangraba.

— ¡Blair pero que mierda!— exclamó Cordelia alarmada mientras sujetaba a su amiga.

— Nunca me agradó.— dijo Blair como si eso lo explicara todo.

— El sentimiento es mutuo, linda— respondió Kate con una sonrisa sarcástica que terminó en una mueca de dolor.

Cordelia miraba a su novia como si fuera un fantasma. Una aparición terrorífica. La Blair que había conocido era pacifista....

— Ya no sé ni quién eres.— dijo finalmente con acidez mientras ayudaba a Kate a ir camino a la enfermería.

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