Harry Potter Y El Cliché Interdimensional (sin editar)

Capítulo 3

Leo le pegó una fuerte cachetada a Fred.

George se rió.

— Ojalá tuviera una cámara en este momento.— le susurró a Summer.

La pelinegra asintió.

— ¿Palomitas?— le ofreció a su amigo. George asintió mientras Leo agarraba a Fred del cuello de la camisa. Algo muy gracioso de ver, considerando que el pelirrojo le sacaba una cabeza a la castaña.

— Escúchame bien, Zanahorio, porque solo lo diré una vez— susurró en tono amenazador. — Le llegas a rompo el corazón a mi amiga y yo te rompo los huesos. ¿Capicci?

Fred miró a Summer.

— ¿Cómo es que tú no estás amenazando a George para que no le rompa el corazón a Leo?

Summer se encogió de hombros.

— Leo sabe defenderse sola.

— No cambies el tema, pecoso.— amenazó Leo entrecerrado los ojos.— Mira que tuve que esperar tres años, cambiarme de dimensión, devolverles sus recuerdos, comenzar a salir con mi Zanahorio y dejarlos solos para que esto pasara. ¡Si todo se llega a arruina por tu culpa, te destripo con un hacha oxidada!

— Espera un segundo — la interrumpió Fred.— ¿Y si todos e acaba por culpa de Summer qué?

— La abrazo y hacemos una pijamada.— respondió la castaña con una sonrisa angelical.

— Comienzo a sospechar que hay algo de favoritismo aquí...— murmuró el Weasley entrecerrado los ojos.

— Y que lo digas, estoy bastante seguro de que quiere más a Summer de lo que me quiere a mí.

Leo soltó a Fred y miró a George seriamente.

— Georgie, literalmente nunca he querido a nadie más de lo que te quiero...— hizo una pausa pensativa.— Y por nadie me refiero a Summer. Lo siento, pecoso, lo de la odiosa y yo es algo inmortal.

— Ay, mi corazón— se quejó George mientras caía de rodillas de forma dramática, como si le hubieran disparado, y se llevaba una mano al pecho.

Leo rió divertida y tomó la cara de su pelirrojo entre sus manos. Le besó dulcemente y lo miró a sus bellos ojos azules.

— Nunca querré a nadie como te quiero a ti ¿Capicci?

Fred miró a Summer.

— ¿También tengo que fingir que me desangró para que demuestres que me quieres o...?

~~~

Axel miró a su al rededor, buscando entre aquel mar de hermanas alguien con quien entablar una conversación.

Entonces una pequeña rubia se paró frente a él con aires de profesionalismo.

— Camelia Black— se presentó estrechandole la mano.— Axel Potter ¿No es así?

— Hasta donde estoy enterado.— asintió el castaño.

— Eso pensé... Sigueme por favor.

Y la pequeña rubia echó a andar. El joven Potter se le quedó mirando divertido hasta que finalmente decidió seguirla.

La chica lo llevó hasta una pequeña habitación, donde se encontraban cinco chicas y un chico.