Harry Potter Y El Cliché Interdimensional (sin editar)

Capítulo 2

Dumbledore reunió a los Clichés en la sala de los Menesteres, espacio que había sido ocupado previamente por las herederas de Hogwarts para dormir.

— Que cliché— le susurró Kate a Cordelia.

— Literal somos clichés que juzgan a otros clichés dentro de un libro que trata sobre clichés agobiando a personas normales.— replicó Blair de mal humor.— Era lógico.

Kate le dirigió una angelical sonrisa.

— Linda... Nadie estaba hablando contigo.

Blair se cruzó de brazos y la maldijo por lo bajo.

No le agradaba nada aquella rubia de arrogante sonrisa que parecía querer robarle a su Cordelia.

— Su padre es Voldemort— anunció Dumbledore una vez que todos guardaran silencio— Pero, por favor, mantengan el secreto.

— Ah, claro, no tiene nariz, pero sí espermas— comentó Melia rodando los ojos.

— ¡Camelia!— exclamó McEn escandalizado.

— ¿Qué?

Summer sonrió con orgullo y le revolvió el pelo.

— Yo le enseñé eso.

— Quién más— dijo Mayonesa rodando los ojos.

— Por favor, apúrense— pidió Leo— Todas presentense y antes de que termine la cena.

— Pido permiso para no asistir, señor.— dijo Cordelia alzando el brazo.

— ¿Y este permiso a qué se refiere?

— Ya me cayeron mal, señor.

Dumbledore esbozó una sonrisa divertida.

— Se puede ir, señorita Weasley.

Cordelia soltó un suspiro de alivio y miró a Kate.

— Bueno, ¿Vamos?

La rubia asintió y ambas salieron de la sala de Menesteres, rumbo a la biblioteca.

— Rápidoo— repitió Leo aplaudiendo para llamar la atención.

La primera en presentarse se trataba de, para sorpresa de todos, una mujer de al rededor de 45 años. Tenía pelo negro y afiladas facciones.

— Bueno... Realmente no sé muy bien lo que hago aquí... Me llamo Celestia, tengo 45 años y no entiendo por qué a  todas estas chicas les falta tanto cerebro. Mi madre describía siempre a mi padre como un joven apuesto con cabellera envidiable y cuando descubrí en qué se convirtió pues... Pues le pregunté a mi madre si a caso no habían mejores hombres en el mundo. Soy Slytherin y mortifaga. Tengo un esposo pero no hijos, porque tengo miedo de que mi esposo pierda las cejas al ser padre, como lo hizo el mío. Y se vería terriblemente mal sin cejas.

— Ahora tengo curiosidad de cómo se vería Fred sin cejas...— comentó Summer.

Ella y Leo intercambiaron una mirada. Pronto lo descubrirían.

La siguiente chica no habló mucho. Decía llamarse Merope y que le hagan bullying por llamarse Riddle.
Nadie supo cómo es que en su dimensión todos sabían relacionar el nombre Riddle con Voldemort.

— Me llamo Scarlett, soy mortifaga de nacimiento— comenzó una chica de pelo oscuro y ojos sagaces.

— ¿Cómo puedes ser mortifaga de nacimiento?— quiso saber Leo— ¿Con la marca tenebrosa en el brazo desde que estás en el útero?

Summer rió. Scarlett hizo caso omiso al comentario de la castaña y prosiguió:

— Mi padre me llevó personalmente a Hogwarts y le ordenó a Dumbledore que me enseñará personalmente para que yo pudiera aprender a utilizar mi gran poder.