Capitulo 5

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Me escondía en las ramas de un gran árbol y bajaba lo más mínimo mi ki junto a mi presencia. Las hojas atrás de mi espalda se empezaron a mover bruscamente, me gire lo más rápido posible para tirar una ráfaga de ki.

Me eleve para volar lejos del enemigo y agruparme con mis compañeros, volé lo más rápido posible a la dirección donde sentí la mínima presencia de mis compañeros. Cuando los pude ver empecé a descender hacia la tierra.

-¿Algún plan? -pregunté en voz baja.

-No, pero estamos en planeando algo. Por ahora solo busca su presencia. -Natsuru respondió empezando a preparar su hierro.

-Kaede, cuando se acerque serás la distracción y te alejaras cuando yo te diga. -Shizuko explicó y asentí poniéndome en posición.

-¡Si! -me concentre en percibir su chakra. Pero el también podía minimizarla. -El debe saber que preparamos algo, lo atacaré y lo traeré a la trampa y cuando me vean llegar actuarán. -Mire a mis compañeros seriamente, no era momento de discutir  era de actuar.

Empecé a correr hacia la dirección donde anteriormente lo había atacado, me escondía en la parte más oscura de un árbol mientras intentaba buscarlo con la mirada. Justo en ese momento lo ví parado en la punta de un árbol también nos buscaba.

Prepare mi dedo índice imaginando la delgada línea de ki como si fuera un rayo láser, apunte y dispare a larga distancia para llamar su atención. El desvío el ataque con su kunai y de había dado cuenta de mi posición.

Llamar su atención se logró exitosamente.

¿Tenía un plan?, No, realmente no pero algo se me ocurre iba ocurrir.

Después de revelar mi posición espere que atacará, no sabía que usaría en mi contra pero necesitaba contrarrestarlo para darle tiempo a mis compañeros.

Busque con la mirada a mi atacante pero no lo buscaba ni con la mirada y tampoco con su presencia.

Sentí un cambio de chakra a mis espaldas y lo más rápido que podía gire mi cuerpo para esquivar su puño que iba directo a mi rostro. Y como si de una cámara lenta se tratase, su mano desocupada empuñaba un kunai que planeaba clavar en mi abdomen.

Empecé a subir mi ki, sintiendo como mi fuerza aumentaba, desde que había dejado la academia podía usar mis habilidades en todo su esplendor. Mi rodilla golpeó su estómago hice una maniobra girando todo mi cuerpo hacia atrás para acertar una patada en su mandíbula haciendo que se alejara de mi.

Retrocedió unos metros y sin perder tiempo lance una gran cantidad de pequeñas esferas de ki.

-¿Tan mala puntería tienes? -Se burló y sonreí con arrogancia.

-Si yo fuera tú, me preocuparía por mi alrededor. -señale hacia atrás de su espalda.

Mis esferas de ki estaban suspendidas en el aire, cada una de ellas rodeaba su cuerpo y era imposible de salir sin que explotarán. Alce mis brazos y los dejé caer controlando las esferas, todas se agruparon haciendo una gran explosión.

Tome mi distancia tragando grandes bocanadas de aire esperando que el denso humo se esfumará. Cuando pude ver no había absolutamente nada, abrí mis ojos como platos era imposible que saliera de ahí sin lastimarse. 

-¡Raiton raiga! -De las sombras brinco con su espada, ese tipo de chakra que envolvía el arma era del estilo rayo.

Intentaba esquivar cada uno de sus cortes, con mucha dificultad empece a correr fuera de su alcance y empezar agarrar terreno y desviar sus ataques con los arboles que me rodeaban. 

Las crónicas de una sayajinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora