Capítulo 23

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¿Alguna vez se han pegado en el dedo chiquito del pie?. Bueno ese dolor lo sentía en todo mi cuerpo y no parecía irse pronto.

Trate de remover mi cuerpo un par de veces mientras intenta abrir los ojos con lentitud. Mis ojos pesaban demasiado y después de luchar para poder abrirlos mi primera imagen fue la de anko sentada en una silla profundamente dormida.

Alce la sábana que cubría mi cuerpo y no me sorprendí al ver vendas alrededor de mi pecho y estómago. También tenía una en mi brazo. Trate de sentarme en la camilla y solté un quejido de dolor que alarmó a la mujer a mi lado.

Ella abrió sus ojos rápidamente dejando su silla para tomar mi brazo. La miré en silencio mirando su aspecto, tenía ojeras bajo sus ojos y se le notaba cansada pero a pesar de eso me regaló una débil sonrisa.

-No debes hacer movimientos bruscos. Puedes abrir tus heridas. -me dijo cubriendo mi cuerpo con la manta.

-¿Porque no has ido a casa? -le pregunté y ella tardo un poco en contestar dejando la pregunta al vacío.

-La godaime sano todas tus heridas. Has estado dormida tres días. -su mirada se oscureció. -Pense que te perdía.

-Yo... Lo siento mucho anko. -dije cabizbaja. -Tenía que traer a Sasuke de vuelta. Pero aún así falle...

Murmure con melancolía. Recordando todo aquello que había pasado. Y si, yo también pensaba no sobrevivir pensé que era mi fin a manos de ese bastardo. Pero no debía rendierme, Naruto no lo haría el haría todo por traer a Sasuke de  vuelta de la manera que fuera.

-¿Naruto..? -pregunte y ella alzo su vista para mirarme fijamente.

-Tuvo lecciones fuertes pero como era de esperarse se sano en dos días. Ya está haciendo misiones de nuevo.

El chakra del kyubi y la vitalidad del clan Uzumaki ayudaban a mi rubio amigo a sanarse mucho más rápido que los demás.

Trate de moverme para ponerme de pie al contrario solté un quejido. Dolía las heridas que aún no sanaban del todo, anko me negó y apoyo su mano en mi pecho impidiendo que siguiera moviendome.

-Naruto ya está de pie. Debo estar a su lado para intentar traer de vuelta a Sasuke. -agarre su mano y ella negó energéticamente.

-Deberias olvidarte de Sasuke... -se giro mirando hacia la ventana.

-Debes estar bromeando... -conteste confusa.

-Hablo en serio. -me dijo girandose y en su cara se manifestaba una mueca de seriedad. -El se fue con Orochimaru y se a convertido en un desertor como su hermano.

-Anko...Esa mentira ni tú te la crees. -me sente en la camilla mirándola incrédula. -Tú conociste a Itachi de una mejor manera que yo. ¡En el fondo sabes que él tenía una buena razón para hacer lo que hizo!.

-Mientes.

-¡Si,Sasuke se fue de la aldea, voy a luchar para traerlo, aunque que tenga que romperme todo los huesos de mi cuerpo! -casi grite viendo cómo fruncía el ceño. -¡Con o sin ayuda de ustedes!

-¡Kaede, Neji y chouji casi mueren por traerlo de vuelta, razona y déjalo ir!

-No me rendiré. -suspire dejando de gritar. -Lo siento.

Ella me miró casi muda y camino hacia la salida y pararse en el umbral echandome una última mirada negando con su cabeza.

Y esa fue la última vez que cruzamos palabras.

(***)

Ese mismo día Kakashi había venido a verme, para decirme que Kabuto había escapado de los anbus y la seguridad que le habían puesto. La única persona que tenía información de Orochimaru y de Sasuke se había escapado, cuando se fue me prometió traer al equipo 7 para que vieran a visitarme. Tal vez el no lo demostraba pero sabía que se sentía triste que alguien de su equipo se convirtiera en desertor.

Las crónicas de una sayajinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora