Las crónicas de una sayajin

Capítulo 30

-¿¡Gaara es el Kazekage!? -explote exclamando con los ojos abiertos sin entender absolutamente nada.

-Si, después de la pelea contra Naruto, el cambio para convertirse en un buen chico. Y lo escogieron como líder de su aldea. -explico Minato-san mientras probaba un bocado de su comida e hice lo mismo.

-No sabia nada de eso. -murmure mirando el curry en el plato. Esta vez estaba en casa del Yondaime quien me invitó a comer pues decía que Kushina parecía estar muy decaída sin noticias de Naruto y mías.

-Como te ibas a enterar, si estábamos llenos de tragedias en esos momentos. -la pelirroja lleva su mandil rosa puesto mientras servía agua en un vaso. -Pero mírate, tu haz cambiado mucho eres irreconocible también creciste mucho. -acento la jarra en la mesa sentándose entre el rubio y yo.

-Paso muy rápido todo este tiempo que no me he dado cuenta de eso. -dije terminando mi último bocado que sabía a gloria no me cansaría de decir que Kushina era la mejor cocinera de Konoha. -¿Cuando regresa el? -pregunte.

Minato sonrió tomando la mano de su esposa, darle un beso en ella para luego responder.

-Jiraiya-sensei afirmó que vendría mañana. Esa fue su comunicado en su último escrito. -bebio de su vaso dándole un trago y regresar a la conversación. -Pronto tendremos a Naruto otra vez de regreso.

-Ya era hora. No volveré a permitir que se vaya por mucho tiempo. -kushina afirmó y minato intento protestar pero fue callado por la mirada furiosa de la pelirroja dándole honores a su apodo "Habanera sangrienta".

Cuando terminamos agredecimos por la comida y luego retirarnos, teníamos trabajo que hacer. Ese día Tsunade me había dado la orden de vigilar a los alrededores por precaución. Pronto se haría la junta entre los aliados para discutir y compartir información sobre los Akatsuki y los totem.

Minato regreso a con la godaime dejando en la entrada para avisar a los guardianes que estaría saliendo por mi misión de vigilancia. Desde los cielos podía verlo todo y con la habilidad de percepción nada podía escaparse. Un movimiento brusco entre los árboles a unos cincuenta metros de mi me hizo ponerme alerta podía sentir la presencia de tres sujetos me acerque lentamente sin llamar mucho la atención para tomarlos por sorpresa. Pero la sorpresa fue mia al ver a tres chiquillos escondidos.

-¿Que buscan aquí? - hablé a sus espaldas una vez que me acerque sin hacer ni un ruido.

-¡Ah! -gritaron al unisono al mire los rostros me resultaron tan familiares. -¡Oye no nos asustes asi, estamos en una misión super importante! -se quejo el castaño de ojos claros.

-¿Atrapar un gato?, ¿esa es la misión importante genin? -pregunte burlona y el chico se giró con las mejillas infladas.

-No sabes con quién estás hablando. Soy el honorable nieto del honorable tercer Hokage y el rival del sexto Hokage. -se cruzo de brazos sobresaltado a sus compañeros.

-¿Sexto Hokage? -pregunte y el asintió.

-Naruto Uzumaki. -sonrei un poco porque ya sabia quien era este chico.

-Konohamaru sigue con tu misión. -me gire restándole importancia casi al dar un brinco para empezar a volar ladee mi rostro y añadí. -Por cierto el gato ni siquiera está aquí. -sali con una gran vuelo regresando a mi punto central para vigilar.

Después un tiempo regresé a la aldea informando mi misión y contarle a la godaime lo sucedido. Ella parecía divertirse con todo el asunto de konohamaru y sus amigos, Minato también pareció darle gracia.

-¿Naruto Uzumaki el sexto hokage? -pregunto Tsunade y asenti, ella se asomo por la ventana y soltó una risilla. -Algun día será un buen Hokage y también un buen hombre.