Despertando del sueño.

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  "Tenemos la noticia del día, finalmente está confirmado. Hay una mujer involucrada dentro del plantel de la Argentina, después de haberla visto en el hotel dónde estos se hospedan se la vió teniendo una conversación con Gonzalo Higuaín y Fernando Gago en las playas del hotel. Al parecer la misteriosa señorita no dejó que su identidad sea descubierta, lo que nos hace dudar de su prescencia. Como ya sabemos, Higuaín es el único jugador soltero en la actualidad, o eso pensamos ¿Será que tendremos una nueva botinera? Nos vamos a una pausa y en el siguiente bloque, Sebastían nos acompañara con unos adelantos sobre la inaguración de la Copa del..."

Apagué la televisión y me masajeé la cabeza, esto me hacía parecer una criminal. Por suerte me involucraron con el Pipa, porque llegaban a hablar sobre mí y Fernando y me moría. No porque me daba miedo que la gente se enterara sino porque Fernando tiene una familia y yo no podía interferir en eso.

Hacía días que no prendía mi teléfono, ¿Qué será de mi vida social? Encontré un cargador de IPhone, seguramente de Fernando y enchufé el mio. Miré mi celular, era un IPhone 5S último modelo, que me había regalado nada más y nada menos que mi ex-novio. Él me había dado todo lo que necesité en mi vida, el era millonario, pero no el típico millonario arrogante que desperdiciaba el dinero, en cambio era la persona mas humilde que había conocido. A pesar de tener mucha plata, no le gustaba el hecho de tener que depender de su herencia, por lo que había dejado el rugby y comenzó a estudiar arquitectura. En aquel entonces ambos ibamos a la facultad dónde yo estudiaba periodismo, eran cinco años de estudio y ya había hecho cuatro, pero decidí reservar este 2014 para el fútbol.

  Ví que la pantalla de mi teléfono se encendió de golpe, mis ojos se abrieron como platos al ver cuantas llamadas perdidas tenía. Tenía 43. Me puse a revisar y la mayoría eran de Diego y de mi mamá y otras de mis amigas de la facultad. Había olvidado completamente tener una vida fuera de éste país. También tenía algunos mensajes:
"Respondeme, necesito que hablemos urgente. Cuando vuelvas hablamos... te amo, nunca dejé de hacerlo"
"FLACA DONDE TE METISTE, RESPONDELE A TU MAMA QUE SE VUELVE LOCAAA!!!! Diego me contó todo, yo que vos no vuelvo pero por lo menos danos una señal de vidaaa! Besos Cami."
"___ sabés que estoy muy arrepentido, pero volvé, no quiero preocupar a tu mamá. Le dije que estás conmigo pero quiere hablar con vos, te entiendo si no me querés ni ver la cara pero al menos llamá a tu mamá. Te amo."
"¿Dónde estás? Llamame blda me re preocupás :/"

Al ver estos mensajes me preocupé ¿Qué hago ahora? Me decidí para hablar con mi mamá. Me iba a entender perfecto siempre y cuando no hablara con Diego.

–Ma...Soy yo. No te preocupes por mi estoy bien..

–___, ¡Por fín me llamas! ¿Estás con Diego?

–No, no. Nos peleamos, yo estoy hospedándome en Rio, estoy perfecta. Por favor por nada del mundo le digas dónde estoy ¿Ok?

–Esta bien...Pero le digo que estás bien para que no se para que no se preocupe. Besos hija, nos hablamos

–Chau, te quiero.

Bueno todo iba a estar bien siempre y cuando Diego no me busque, porque estoy segura de que si lo hace, me encuentra.

Cambiando de tema, Gago se fué a buscarme unos brownies para desayunar, un tierno. Unos minutos después apareció con una bandeja. Nos sentamos en los sillones y puso la bandeja en la mesa.

–Son todos de chocolate, dulces como vos.

–Ah, bueno ¿Sos poeta ahora?

–Deja de tirarme los piropos para abajo, che –nos reímos los dos, hasta que sus ojos encontraron los mios. Los suyos eran de un color miel indefinible que me tenían totalmente hipnotizada, se acercaba despacio mientras miraba mis labios. Me puse re nerviosa, la concha de la loraaaaa. Me calmo. Me calmo. Me cal...

–Perdón, te juro que nose... Nose lo que hago, perdoname___. – la puta madre.

–No pasa nada, Fer todos tenemos impulsos.. –¿Qué mierda digo? ¿Impulsos?

–Si, si te juro no quería incomodarte.

–Esta bien. –le dediqué una cálida sonrisa que me devolvió, pero no se veía muy cómodo.

Al segundo tocaron la puerta. Fernando pregunto quién era pero no obtuvo respuesta, por lo que se paro a abrir.

–¡Sorpresaaaa! Llegamos antes. –escuché una vos de mujer y me asomé. Era rubia y tenía un bebe en sus brazos, la reconocí. Era Gisela.

Eres mi razón de ser feliz || Fernando GagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora