Abrir los ojos.

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La rubia me miraba como si en cualquier momento me saltaría encima a arrancarme los pelos. Le puse una mirada total de indiderencia, pero creo que no funcionó porque cuando Fernando.me miró, abrió los ojos dándome una señal para que me calme ¿Qué mierda hacía esta mina acá? Gago me había dicho que llegaba para el comienzo del mundial ¿Me había mentido? Pero parecía igual o más sorprendido de lo que yo estaba.

–Me presento, Gisela Dulko de Gago. Te toca. –me dijo lo más sínica posible. Parece que nos toca llevarnos mal desde el principio.

–____ Westminster de Rodriguez, un gusto Gisela. –me arrepentí haberle dicho el apellido de mi ex, pero al oir eso pareció relajarse un poco.

–Bueno ¿Sos de la limpieza o algo? Porque te podes ir eh. –mas le vale que me baje el tono la rubia esta porque le bajo los dientes de una. En cambio, Mateo me sonreía, un divino como su papá.

–Para Gise, calmate es amiga mía se está hospedando aca por un tiempo, solo la quería ayudar.

–Aaah bue, ahora la zorra esta duerme en una habitación con vos ¿Dónde se supone que voy a dormir yo? Con ella en una misma habitación yo no duermo. –Fernando se quería tirar por el balcón, pobre. La verdad que si yo no hubiese sido tan tarada no estaría en esta situación ahora mismo.

Justo se escucharon unos pasos atrás de Gisela, eran el Pipa y Marcos que no se que venían a hacer, pero agradecí que hayan aparecido.

–Bueno yo ya me iba, nos vemos. – Gonzalo me miraba con cara de confusión, estaba re perdido no entendía nada. Lo miré como si me fuera a seguir el juego y entendió gracias a Dios.

–Si, si vamos Marquitos que tenemos que llevar a ____ a recorrer por ahi. –mejor excusa no tenía ¿No? Bueno, peor es nada.

  Salimos de la habitación y antes agarré mi bolso para que no quedara ahí tirado. Los dos se pararon en frente mio y me miraron esperando a que les explique la reciente situación.

–Haber, no teniamos ni idea de que iba a venir. Se apareció así de la nada y justo yo estaba en la habitación, pero no estabamos haciendo nada malo, obvio.

–Si...por suerte, porque ustedes dos se comen con la mirada.

–Callate, Gonzalo. –Marcos se reía detrás de él. –Llevenme a algún lugar tranqui que tengo que despejar la mente.

  Así emprendimos un largo viaje en auto. Recorrimos todas las costas de los alrededores de Río y hasta llegamos a pasar por el frente del Maracaná, que hermoso estadio. Pensar que la selección va a debutar ahí en dos dias...

  Paramos una rato en el estadio para mirarlo bien, nos sacamos unas selfies que Marquitos subió a Instagram y nos sentamos en un banquito a charlar.

–¿Qué te pasa, ____? No te veo entretenida.

–Si, perdón estoy media colgada por lo de hoy. Me quedé pensando en que le dije a Gisela al frente de Gago que estaba con alguien.

–¿Y qué te preocupa? –la verdad Marcos tenía razon, ¿Por qué tendría que preocuparme a mí? Pero la verdad era que estaba loca por Fernando y me costaba admitirlo. No le respondí y dirijí mi mirada hacia abajo.

–Estás enamorada de él. –El Pipa me sonreía, yo seguramente estaba colorada, pero tenía razón. –Viste que te dije, Marcos.

–Perdón chicos, esta mal. Él tiene una familia y no me puedo interponer en eso, fin.

–Una familia con una mujer que no ama. –¿Cómo podría saber él eso?

–¿Por qué lo decís? Es la madre de su hijo.

–Mirá, ____ si hay algo que yo no soy es tarado. Y me doy cuenta que Gagito está en otra desde que apareciste vos. Antes hablaba de Gisela y Mateo todo el tiempo, es como si hubiese empezado una vida desde cero. Los dos nos dimos cuenta de la cara de horror de Fernando cuando entré, lo que menos quería en ese momento era ver a Gisela. –¿Tenía razón? Y qué si la tenía. Fernando no sería capaz de dejar a una mujer con su propio hijo sólo porque se enamoró de otra, así no funcionan las cosas.

–Aunque así fuera yo no me metería entre él y su familia, lo sabés bien.

–No te digo que lo separes de la familia, sólo despreocupate y dejá que las cosas pasen a su tiempo. –por unos instantes decidí creer en lo que me decía, decidí confiar, algo que me había costado mucho hacer en mi vida porque sabía que de alguna manera u otra saldría lastimada.

 

  Justo cuando pensé que ya no tenía salida, que Gisela había vuelto para quedarse y que no conseguiría ni siquiera un mínimo afecto de Fernando, Gonzalo me abre los ojos. Una nueva oportunidad para conseguir su amor. Una nueva oportunidad para los dos, de olvidar el pasado y mirar hacia el futuro. Una nueva oportunidad de levantar la cabeza y mirar al frente.

Eres mi razón de ser feliz || Fernando GagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora