Cap 15

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“hola Ally, este es el decimoséptimo mensaje que te dejo, por favor, cuando puedas llámame”

Llame tantas veces a Ally y siempre me atendió el contestador: “hola, has llamado al teléfono de Allison Whitehouse, posiblemente no puedo hablar ahora, llama más tarde, y si no, yo te llamare, como sea, deja tu mensaje después del tono, si?”. Llegue al punto de preocuparme, así que llame a la madre

-hola Sra. Alice, como esta Ally?  -pregunte al teléfono-

-Emi, tanto tiempo sin saber de ti. Bueno, Ally está igual de complicada, pero más agresiva, ayer Tati le llevo la comida al cuarto, y ella le tiro la comida en la cabeza y la echo  –contesto la madre-

-ah   –no supe que decir-

Hacía tiempo no veía a Ally, ya habían pasado dos semanas, y ni Mateo ni yo sabíamos nada.

Lloraba, yo lloraba, la última vez que la vi, me trato de manera horrible. Ya no sabía que hacer, y era tanto mi enojo, que llegue al punto de golpear la pared, y para que no se note los moretones, use guantes que tenían cortados la parte de los dedos.

Mi queridísima madre me mando a comprar, y Mateo me acompaño, para no aburrirme tanto.

En el camino, vimos a Ally en el parque, y estaba de lo peor, estaba feliz por verla, pero mal por ver su estado

-Ally¡   -grite emocionada-

Ella solo me miro con frialdad, estaba tirando su almuerzo a los perros de por ahí.

-Allison, pero que estás haciendo?¡   –exclamo Mateo-

-estos animales lo necesitan más que yo  –respondió mirando al suelo-

-Ally, no creo que sea la solución, hay otros modos sabes?   –dije y luego la agarre de los brazos para abrazarla-

-suéltame¡  -dijo, me golpeo y me arrojo al suelo-

Mientras la miraba, Mateo me ayudaba a levantarme. Yo no iba a golpearla. Ella me miro con los ojos cristalizados, y eso me dio a pensar, ella no tenía intenciones de lastimarme.

-déjame de una maldita vez¡  -dijo Ally, con los ojos lagrimosos y en voz alta-  tu no estás en mi cuerpo para decirme que hacer¡

Ella se fue, y yo caí de rodillas al suelo, no podía creer lo que acababa de pasar.

El peor enemigo: el espejismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora