CAP 13

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Paso una semana, Ally volvió. Fui a visitarla junto con Mateo, y cuando iba a tocar la puerta. Escuchamos gritos, y llantos.

Me asuste, solo entre a la casa, y cuando entre…

-Allison reacciona¡  -gritaba la mama de Ally-  Robert, llama a la ambulancia¡  -le grito al padre de Ally-

-si¡, tranquila Alice, ella va a estar bien   –dijo el señor Robert a la madre de Ally-

Tati lloraba a gritos, y tenía sentido, a nadie le gustaría ver a su hermana tirada en el suelo, tan flaca. Ally volvió peor de lo que se fue, tenía más cortes, y menos carne en el cuerpo.

Ayudamos un poco. Mateo, llevo a Tati lo más lejos posible, y yo acompañaba a la señora Alice.

Fue horrible, apenas llegó la ambulancia, tuvieron que tranquilizar a la señora Alice.

En el hospital, miraba los ojos de los señores Robert y Alice, llenos de lágrimas.

-no lo puedo creer Robert   –dijo la Sra. Alice a su esposo- siempre la vi tan feliz

-yo la mire-  oiga, usted no tiene la culpa, pero, las apariencias engañan.

Salí del cuarto, y en la sala de espera, encontré a Mateo dormido, no lo desperté, posiblemente soñaba que todo estaba bien, y prefería que viva en ese sueño, y que no vea la triste realidad.

Había una familia llorando, tal parece tenían un hijo con cáncer. Mire a otro lado, y vi a una mujer que llegaba para dar a luz. Miraba a la silla que estaba al lado mío, y veía a un chico que llegaba tarde a las reuniones, durmiendo, Mateo.

-oye Mateo  –le dije mientras le tiraba del brazo una y otra vez-  despierta de una maldita vez, no es momento de dormir, vuelve a la cruda realidad.

-Ally, Ally está allí dentro, flaca y cortada, prefiero dormir, y verla feliz, sonriendo de verdad, y no tener que entrar y verla entubada  –dijo Mateo entre lágrimas y agarrándose la cabeza-

No respondí, era verdad lo que decía, era una maldita realidad. Mi mejor amiga estaba tirada en una camilla, sus padres llorando, y ella como si nada.

Pasaron horas y horas, era de noche y yo seguía en el hospital, hasta que un médico por fin dijo algo, algo que sabía, no quería creerlo, pero el tipo me lo confirmo.

-lamento decirles que la joven Allison Whitehouse  –pausa-  es bulímica

Esas palabras son inolvidables.

El peor enemigo: el espejismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora