Cap 32

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A la mañana siguiente tenía que ir al colegio –al maldito, y estúpido colegio-

Cuando llegue estaba Madie esperándome en la puerta.

-hola querida Emily  -dijo la muy hipócrita-

-me das asco  -le dije, aunque me pase un poco-

-pero que te hice para que me trates de esa manera?  -dijo sonriendo hipócritamente-

-mira, mis únicos y verdaderos amigos son Mateo y Ally, tu eres parte de la maldita sociedad, tu y tus amiguitas  -le dije firmemente-

-yo no busco ser tu amiga, solo quiero enmendar un poco los errores que cometí contigo, aunque podríamos ser amigas  -no puedo creer que me haya dicho eso, después de todo lo que paso, no la perdone-

-tuviste mi amistad y no la supiste valorar, tuviste mi confianza, mi cariño amistoso, tuviste un gran cariño de mi parte, pero a ti te dio igual, nosotros éramos unidos, Ally, Mateo y yo, no queremos tener nada que ver contigo  -le dije con furia-

Luego de eso fui a mi salón.

Pasaban lista para ver que los alumnos hayan concurrido a clases. El reloj y su “tic tac” eran más lentos que de costumbres, solo quería que fuera la hora de salir. No pude evitar recordar todo lo que paso en el pasado con Madison.

Cuando teníamos 8 años conocimos a Madie, desde pequeña éramos unidas, ella, Ally y yo, éramos inseparables. La vieja casa que visitábamos Ally y yo la mayoría de las veces, era nuestro lugar de reuniones, además, para Ally y para mi, esa era nuestra casa. Madie a veces iba con nosotras a esa casa, aunque era muy miedosa, no quería subir las escaleras porque decía que podían romperse con nosotras encima. Pasábamos casi todos los días en esa casa, planeando nuestra vida entera.

Madie no siempre fue esa chica creída, antes era tierna, tímida, le costaba hablar con la gente, pero siempre, fue envidiosa.

Pasaron muchas cosas, ella empezó a tratar mal a la gente. Pero algo que no lograba entender, era el problema que había con Mateo, de un día para el otro ella nos trataba mal a él y a mi, nos miraba fríamente.

Con el tiempo ella obtuvo un cuerpo de modelo, y discrimino a muchas personas por su apariencia, pero la peor víctima de todo esto, fue Ally.

 No la podía perdonar, pero tampoco la odiaba.

El peor enemigo: el espejismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora