CAP 26

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Ally se quedó sentada en una silla frente a la ventana. La luz del sol, hacia que en su sombra se reflejara su esquelético cuerpo, no era una sombra normal, era una sombra triste y con tanta bulimia como la persona que la reflejaba.

Senté a Ally en su camilla, me quede sentada en la camilla con ella, mientras tanto la abrazaba. Le salió una sonrisa verdadera. Mateo y yo sonreímos, y el no tardo en decir: “Abrazo grupal¡”, con la alegría de siempre.

-que sensación tan cálida  -dijo Ally sonriente-

-si, es verdad, un abrazo en un momento así, da una sensación de calidez  -conteste con alegría-

-cállense de una vez, quiero un abrazo tranquilo y silencioso¡  -exclamo Mateo bromeando-

Nos reímos, y Mateo y yo salimos del cuarto, no porque queríamos, sino porque nos obligaron.

No habíamos almorzado nada, así que nos dirigimos a la cafetería.

Mateo se comió cinco platos de pollo frito con mayonesa, no se en donde le entraba tanta comida.

Yo comí dos pequeños sándwiches de jamón y queso, y ya con eso me llene, creo que no era muy buen momento para comer. Luego nos fuimos a la sala de espera.

Allí se encontraba un chico, que había preguntado por Allison Whitehouse.

-oye, como te llamas?  -le pregunte-

-Lucas  -contesto mirando al suelo-

-cuántos años tienes  -pregunte-

-18  -me contesto-  eres amiga de Allison, verdad?

-si, como lo sabes?

-porque viniste a hacerme estas preguntas cuando pregunte por ella  -me contesto con una sonrisa-

-y tu?, que eres de Ally?  -pregunte-

-nada, no soy nada, ella nunca me dio una respuesta  -respondió con cara larga-

-respuesta?¡  -exclame-

-me le declare hace ya varios meses  -respondió-

Me sorprendí mucho, Ally nunca me lo había contado.

El peor enemigo: el espejismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora