Cap 38

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-Ally abre la puerta¡¡¡  -me desespere-

-Allison, abre por favor¡  -la madre le suplicaba-

-malditas seas¡, Allison, abre la estúpida puerta¡¡¡  -eran los gritos de Mateo-

El padre de Ally se llevó a Tati, no lograba entender nada, tan solo tenía 10 años.

Fui corriendo a agarrar a Madie y preguntarle que había en la caja, y dijo que estaba llaveada.

Puse mi oreja detrás de la puerta, se escuchaban las arcadas desde allí, la Sra. Alice lloraba, Mateo golpeaba la puerta, y yo buscaba otra manera de entrar.

Tanto doctores como enfermeras trataron de convencerla de abrir la maldita puerta, pero no hizo caso.

Pasaron horas, y pudieron abrir la puerta…

Había sangre en el suelo, venia del baño, y allí, en el suelo, estaba Ally.

Tenía una carta en la mano, su nota suicida, rápidamente la trataron.

La madre de Ally sollozaba, Mateo no caía en la noticia, solo se sentó en la camilla con cara de sorprendido y así se quedó…. Yo lloraba agarrando su nota.

Cuando la llevaron yo entre al baño antes de que terminaran de limpiarlo, encontré la caja sobre el lavamanos, al abrirla había navajas, y unos frascos de pastillas.

La nota de Ally tenía sangre, las navajas tiradas en el lavamanos, corría el agua junto con la sangre lavada.

El espejo roto, seguramente ella lo rompió, su enemigo eran las persona, sin embargo, el espejo pago las consecuencias.

La carta de Ally decía:

lo lamento:

Los amo, pero no soy fuerte. No puedo vivir en el hospital, tampoco fuera.

Nací en un mundo lleno de prejuicios, de dedos que señalan, agradezco todo lo que me dieron.

Mamá, papá, cuiden a Tati, tiene toda una vida por delante, ayúdenla a ser fuerte, no la dejen, pregúntenle siempre si está bien, créanme, será pequeña, pero llora por la situación. Me dieron el regalo de la vida, pero devolveré este regalo, espero que Tati no lo devuelva.

En el cajón de mi armario, hay cartas para mis amigos, y para Tati, dénsela cuando cumpla 12 años, supongo que a esa edad entenderá. Cuídenla, gracias, y perdónenme chicos. Adios”

El peor enemigo: el espejismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora