Por un momento, mi opción número uno ante esta situación, es salir corriendo y no mirar atrás. Cambiarme de país. Volverme una monja budista, y quizás, dentro de cincuenta años, volver al país bajo una identidad falsa. Obviamente, no opto por la opción número uno, o esta sería otra clase de historia.
-Pasa, Cassidy-Me dice Eleanor con una sonrisa que solo puede significar "Lo siento mucho, mucho"-Tito y Tadeo acaban de llegar-
Saludo a todos con un débil hola. El único emocionado por verme es Colin, mientras que Tito me mira como si deseara mi pronta desintegración y Tadeo...Tadeo parece otra persona.
Gracias a Dios Lucy decidió no acompañarme en esta visita, o sino las dos estaríamos al borde de iniciar una guerra mundial. Como estoy yo sola, y me siento juzgada, sonrío lo más posible, actúo despreocupada, intento pensar en otras cosas que no sean Tito Pastore, ahí, cada vez más cerca, a unos pasos de mi, luciendo diferente y misterioso, pero igual de hermoso y atractivo y con un poder indescriptible ante mi. Me recuerdo de cuando teníamos 17 o 18, y de como mi mente funcionaba ante su voz. Que si él me hubiera dicho "Cassidy, muere por mi" Yo ya hubiera estado muerta. Y él está aquí, ahora justo al frente mío, y sus ojos cafés aún tienen la manía de analizarme.
-¿Qué tal tu viaje?-Me pregunta Eleanor, aunque sé que no le importa, que solo intenta evitar la incomodidad del momento. Pero no funciona. Me sofoco con solo estar acá.
-Bien-Le digo-Excelente-
Me he quedado sin palabras.
Colin, que pareciera que se quiere morir, intenta animar el ambiente hablando de tal película o tal serie o que Eleanor hizo tal cosa, y vaya que sus ojos brillan cuando habla de ella. Aún recuerdo lo que se siente al estar así de enamorado. Es como si el mundo fuera mil veces mejor de lo que en realidad es, y cada momento lo deseas vivir junto a esa persona, y cuando la tienes a tu lado, solo puedes pensar en cuánto la amas, o lo perfecto que es, o lo muy afortunada que eres.
En lo guapo que se ve a pesar de todo...
Tengo que parar.
-Chicos ¿Me ayudan a mover unas cosas en la habitación de invitados?-Al parecer, Colin es el primero en cansarse de las charlas incómodas seguidas por silencios intensos. Sin hesitar, ambos Tito y Tadeo lo siguen. Me miran como si fuera una serpiente a punto de devorar a toda su familia, y para mi mala suerte, no puedo evitar oír lo que dice Tito mientras suben las escaleras.
-Tenía que venir esa p...-
Eleanor se voltea, horrorizada, y camina hacía mi. Puedo ver en sus ojos lo mucho que lo siente.
-Cassidy, si hubiera sabido que venías, te juro por Dios...-Pero yo sé que no es su culpa. En realidad es mía, pero esto de hecho no es para tanto. No puedo convertirme en una monja, al mismo tiempo que no puedo vivir huyendo. Y mucho menos a Tito Pastore. No. Lo que él tenga que decir me chupa un huevo.
-Está bien, Ela-Le digo poniendo la mejor de mis sonrisas-Lo mejor es que yo me vaya. Ya los visitaré otro día-Me pongo de pie, la abrazo y la felicito, esta vez en persona, por su compromiso. Con todo ese escenario, no había tomado mi tiempo para hacerlo.
-Él no te odia ¿Sabes? Todo lo que ha pasado estos últimos años es un gran malentendido y ustedes deberían...-Pero la corto enseguida. Está diciendo lo que yo me dije apenas Tito me abandonó y me dejó destrozada. Que en cualquier momento todo tendría sentido, que él se disculparía y estaríamos juntos. Pero no. Por la forma en que me dejó, es muy obvio que nunca me quiso.
-Déjalo, Ela. Tito y yo jamás tuvimos que haber estado juntos. Las cosas están mejor así-
Me voy enseguida, porque no tengo ganas de discutir con ella o tener que hablar con Tito, o incluso Tadeo. Sé que este momento debía de pasar independientemente de todo, pero mierda, no quería que fuera tan horrible.
ESTÁS LEYENDO
Law Makers
Teen FictionHace ya cuatro años que Cassidy Lowe se fue de su hogar natal. Justo antes, el que creía el amor de su vida la dejó sin muchas explicaciones y desapareció por completo. Su vida se cayó a pedazos, y desde entonces Cassidy no ha sido la misma. Ahora...