Sydney en la multimedia
Capítulo 16:
Narra Greg
A veces odio el colegio.
Bien, estoy siendo deshonesto. No odio el colegio. Me gusta aprender; llamenme imbécil. Lo que odio son las clases, el profesor hablando de cualquier cosa, tan lento que podría detener el tiempo, mientras nos comanda ir a tal página y ver tal ejemplo y probablemente quiera matarnos del aburrimiento. Quiero decir, la historia es interesante, por lo menos para mí, pero la historia explicada por este hombre, mientras el resto de la clase mata su aburrimiento señalando personajes del libro y apuntándose como idiotas mientras dicen.
- Mira, Greg, este se parece a tí -
Me muestra Madison desde el asiento de adelante. Me apoyo sobre mis codos para tener un mejor vistazo. Ella me muestra una página del libro, apuntando a una pintura clásica renacentista de un hombre sosteniendo un palo de madera mientras su pito volando libremente. Veo la pintura y por poco me ahogo. Cuando subo mis ojos, Madison me está sonriendo maliciosamente.
No escogió esa pintura deliberadamente. Hay algo que solo mis amigos más cercanos saben, y es que el año pasado, perdí una apuesta contra Mathias, mi mejor amigo. El perdedor tenía que correr por el campo de lacrosse en completa desnudez, solo cargando el palo de lacrosse, los zapatos y las rodilleras.
Yo fui el perdedor.
Lo único bueno es que Madison estuvo ahí.
Sin poder contenerme, la tomo de su cola de caballo y con fuerza, pero no lo suficiente para hacerle daño, la jalo hasta mí. Mi boca está sobre su oído y yo ya estoy en el proceso de ponerme duro.
- Apuesto que te gusto verme ese día -
- Mmm... Prefiero no contestar. Sabes que no soy una buena mentirosa -
Me sonríe y me mira de la misma forma en que yo la miro. Compartimos un momento, lo sé. Ya hace meses que estamos en lo mismo. Coqueteamos sin parar, nos quedamos mirando, comiéndonos con los ojos... Hasta nos besamos dos veces en dos fiestas diferentes. Y puede que yo haya estado tan borracho que no sabía mi nombre, pero incluso entonces supe que me gustaba. No. Que me encantaba. Ella es probablemente la chica más hermosa del puto país.
Y también es la ex novia de Mathias.
Al solo pensar en eso, suelto su cabello y me alejo. Corto el momento. Si a ella le afecta, no lo muestra. Probablemente no lo hace. Para ella, todo esto debe ser un juego. Creerá que no me gusta en serio. Quiero decir ¿Cuando he sido sincero? Incluso justo después de tener mi lengua dentro de su boca, lo único que le dije fue "Estuvo bien. No le digas a Matty"
Maldito Matty. Somos mejores amigos desde que ingresé a este colegio. Yo era el chico pobre, solo, inseguro y traumatizado. Acababa de pasar un año de mierda, odiaba a todos los niños ricos y sus infancias montando unicornios y desayunando oro. Desde el primer momento, no encajé. Recuerdo haber entrado aquel primer día, vestido con ropas normales mientras todos los demás portaban Louis Vuitton y esas mierdas, decidido a pasar mis cuatro años acá estudiando intensamente y alejándome de todos. Mi intención era el ser miserable, ser el "chico raro" porque en el fondo sentía que no merecía una vida normal. Y, entonces, aquel primer día, Matty se acercó a mí, se sentó a mi lado y me empezó a hablar como si fuéramos amigos de toda la vida. Poco le importó cuando intenté alejarlo y le dije que era un becado, aunque era mentira (Tito pagaba mi mensualidad) o cuando le hice entender que no me caía bien. Él era un antiguo alumno del colegio, tenía su propio grupo de amigos, era popular, pero, por alguna razón, decidió que yo valía la pena. Desde entonces, somos inseparables. Si alguien se mete con él, lo defiendo. Justo hasta el año pasado, yo aseguraba ser uno de los amigos más fieles. Jamás habría hecho algo para herirlo.
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Law Makers
Teen FictionHace ya cuatro años que Cassidy Lowe se fue de su hogar natal. Justo antes, el que creía el amor de su vida la dejó sin muchas explicaciones y desapareció por completo. Su vida se cayó a pedazos, y desde entonces Cassidy no ha sido la misma. Ahora...