Narra Cassidy
Son las 4am cuando mi avión aterriza en Chicago. El aeropuerto, uno de los más concurridos del mundo, en una de las ciudades más diversas y extensas de todo el continente, está repleto de gente que va y viene como si el resto no existiera y como si a todos nos quedara poco tiempo. Cada persona que está acá, experimenta un momento relativamente importante en su vida. Porque a no ser que sean empresarios cuyos trabajos los lleven a viajar seguido, casi todos se encuentran realizando algo fuera de lo común. Están de vacaciones, conociendo lugares exóticos para sus ojos y que recordarán por siempre. Hay quienes se mudan, quienes se van, quienes están por emprender una aventura. Y están los que vuelven a casa, de visita, a volver a abrazar a sus familias y reír de nuevo con sus amigos.
Y estoy yo. De esos. De las que temen volver, pero sienten la emoción de hacerlo. No es como si no me llevara bien con mis papás, con quiénes hablo al menos una vez a la semana. O como si no adorara a mis amigos, por los que estoy dispuesta a recorrer kilómetros y kilómetros, dejando lo que ya tenía hecho, llevándome solo mi gato que está con el resto de mi equipaje, probablemente odiándome. No es eso. Es la idea de volver a sentirme cuando me fui de acá. Pequeña, destruida, confundida. Insegura. Desconfiaba de todo, porque después de tanto, a la única persona a la que podía recurrir...
Escucho como un gato empieza a ronronear desesperado. Almohada en su caja de viaje es lo primero que se avecina en la cinta de equipaje. Lo bajo y espero por mis otras dos maletas. En menos de veinte minutos, tengo todo en mi carrito y me dirijo hacía la puerta. Apenas salgo, el frío viento de Chicago me sopla en el rostro y una voz me llama desde cerca.
-¡Cassidy, acá!-Me volteo y veo a Kate corriendo hacía mí. Antes de que pueda moverme, ella está junto a mi y me envuelve en un gran abrazo. Yo se lo devuelvo. A pesar de que vino hace dos semanas a mi graduación, nos extrañamos bastante. Y es que con el pasar de los años, mi hermana y yo nos hemos vuelto muy cercanas.
-¡Te extrañé, niña!-Me dice entre risas-¿Desde cuando tienes ese piercing?-
Me dice señalando el piercing en la nariz que me hice hace dos meses. Es un nostril, un simple arito en mi nariz del lado derecho. Quise hacerlo para cambiar mi look un poco, y me terminó encantando.
-Hace un tiempo-Le respondo-¿Eso es lo primero que me dices?-Bromeo. Ella ríe y asiente.
-Ahorita vamos a casa de papá, así que supongo que las preguntas te las hará él-
Kate me ayuda con mi equipaje y yo cargo a Almohada. Entramos a la camioneta plateada, y enseguida me doy cuenta que hay alguien en el asiento del conductor. Me asomo para verla mejor, pero enseguida me doy cuenta de que es Trish, la novia de Kate. Hace ya dos años que están juntas, y Trish ha ido a visitarme a Chicago numerosas veces. Es un amor de persona, y ama mucho a mi hermana.
-Cassidy, hola ¿Cómo estás?-Me pregunta Trish con su voz tierna usual-Kate y yo ya te extrañábamos-
-Y yo a ustedes-Saco a Almohada del kennel y este ronronea, estira sus patas y salta a mi lomo. Pareciera traumatizado por la experiencia de volar, y tendré que alimentarlo a nivel industrial para que me perdone-Almohada también las extrañaba-
-Oh, ese condenado gato-Kate se abrocha el cinturón y Trish arranca el motor, alejándonos de la entrada del aeropuerto. Como es costumbre, hay una cola inmensa y taxistas se pelean por salir primero a sus destinos. Ya justo cuando empezaba a sentirme a gusto en Chicago-Rasgaba todos mis pantalones cuando te visitaba. Es una lástima que ambos papá y mamá lo adoren, porque sino lo echaría a la calle. Quizás Shirley lo odie y juntas podamos deshacernos de él-
-Hablando de ello ¿Qué tal la novia de papá?-Le pregunto. Papá y mamá se divorciaron poco después de mi graduación. Y un año después, ambos ya habían rehecho sus vidas amorosas. Papá está saliendo con Shirley, una mujer perfeccionista y algo estricta, aunque en realidad puede llegar a ser amorosa. En broma, Kate y yo tenemos la teoría que a papá le gustan las mujeres con carácter fuerte y tendencia a gritarle. Cuando le contamos la teoría a papá, él no lo niega. Por el otro lado, mamá...Mamá ahora está con mi papá. El biológico. Pero esa es otra historia.
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Law Makers
Teen FictionHace ya cuatro años que Cassidy Lowe se fue de su hogar natal. Justo antes, el que creía el amor de su vida la dejó sin muchas explicaciones y desapareció por completo. Su vida se cayó a pedazos, y desde entonces Cassidy no ha sido la misma. Ahora...