Capítulo 18

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Capítulo 18

La fiesta de Lucy (Parte II)

Narra Cassidy

Al principio es casi difícil de creer. Porque esta clase de cosas... no le pasan a tu mejor amiga. Quiero decir, de seguro que alguna vez en la vida se encontrará con algún novio que resulte ser un idiota. La verdad es que normalmente más de uno no la merecerá. Pero ser víctima de un crimen, que usen su cuerpo como producto, sin su consentimiento, que la humillen y abusen de esa forma... Todo eso te deja increíblemente mal. Y es que, ¿Cómo le digo? ¿Cómo diablos le decimos a Lucy la verdad?

Eso intentamos averiguar Eleanor, Mhali, Greg, los amigos de Greg y yo. Después de unos minutos de que nos enteramos de la verdad, Tito se fue, probablemente para desligarse de la responsabilidad de decirle a Lucy que su novio está vendiendo fotos suyas. Que Sydney, el chico que ella ama, es un ser repulsivo. Un hijo de puta. Un completo desperdicio de oxígeno.

Quiero matarlo. Quiero agarrarlo por tu estúpido cabello rubio y hacerlo chillar de dolor. Él es un antiguo atleta, sé que practica de vez en cuando todos los deportes de la clase alta, como golf, polo y remo, así que no tendría problemas con sacarme de encima en un par de segundos. Pero saber eso no me impide el fantasear con hacerlo mierda. 

Finalmente, Sydney y Lucy aparecen en nuestro campo de vista. Habían estado afuera, tomándose fotos, fotos que ella habrá subido a su Instagram o al menos planeado en hacerlo. Incluso si miente cuando dice que lo ama, sé que confía en él. Y eso es lo más jodido de todo. Lucy ya ha pasado por algo parecido. Confiaba en Tadeo con su propia vida y él la dejó como si fuese nada. Y confía ciegamente en Sydney, tal vez en un intento por llenar ese vacío que Tadeo dejó, pero ahora las cosas son incluso peores. Mucho, mucho peores. 

Tenemos que decirle. Enseguida. Pero ¿Cómo empiezas a contar algo así?

Mhali, por supuesto, no piensa demasiado en eso. Observa a Sydney con los ojos en llamas y Eleanor tiene que detenerla para que no vaya a darle una paliza. A diferencia mía, Mhali es muy capaz de dejarlo en mal estado. 

- Ella necesita saber ya - Dice Mhali.

- Sí, pero es mejor que Sydney no esté cerca. Probablemente lo niegue todo y sea mucho peor para ella - Le responde Eleanor. A Mhali le cuesta mucho no ir hacia Sydney con los puños cerrados, pero de igual formas las tres esperamos a que uno de los dos se aleje del grupo con el que están hablando. Al final, es Lucy la que levanta la vista y nos encuentra. Sonríe genuinamente. La está pasando tan bien y no tiene idea de lo que está por venir. 

Camina hacia nosotras y puedo notar el olor a alcohol que despide cuando se acerca a saludarnos. Ríe y nos envuelve en un abrazo que me rompe el corazón.

- Muchasss gracias por la fiesta, chicas. De verdad que la estoy pasando muyyy bien - Ríe y sacude la cabeza, consciente de su propio estado de ebriedad cuando dice - Lo siento, chicas. Creo que me pasé un poco de copas -

Eleanor, Mhali y yo intercambiamos miradas de desespero. Si no le decimos ahora, estaremos dejando que vuelva a los brazos de ese espantoso ser humano. Pero si le decimos ahora, estamos arruinando su noche, su maldito cumpleaños. Desde el otro lado del salón, Sydney ya se dio cuenta que Lucy no está y la está empezando a buscar con su mirada.

Un solo vistazo a sus ojos y siento náuseas. Aunque puede que Lucy me odie por arruinar su día, simplemente no puedo dejar que pase un solo segundo más al lado de él. 

- Lucy, hay algo que tenemos que decirte - Le digo, intentando sonar seria para que ella no lo tome como una broma. Sin embargo, de igual formas lo hace. 

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