Capítulo 15

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Capítulo 15: 

Es sábado y Eleanor me llama a su casa para discutir los planes acerca del cumpleaños de Lucy. Lucy cumple 23 años en una semana, y como me he perdido varios de sus cumpleaños los últimos años, quiero organizarle la fiesta sorpresa de su vida. Sin embargo, no conozco a mucho de los nuevos amigos de Lucy. Ni siquiera tengo el número de su novio. Por lo que voy a necesitar ayuda a Eleanor y una que otra colaboración de Mhali.

Lo que no me espero es conseguirme a Tito en la entrada de la casa de Ela y Colin. 

Mi corazón se detiene y se acelera al mismo tiempo. No nos hemos visto desde esa noche, la noche que después de tanto tiempo, volvimos a estar juntos. La noche en que me dejó llorando sobre el suelo del baño de una discoteca luego de insultarme de todas las formas posibles, de tratarme como basura o algo peor. Me hizo mierda ese día. Pero también me recordó las razones por las que nosotros no podemos ser, por las que todo lo fuimos fue un error. Me recordó que no debo siquiera dejar que mi corazón se detenga por él. 

Pero están esos ojos...

Incómodamente, subo un escalón de la escalerilla de la entrada, y me detengo, asegurándome de dejar un espacio entre ambos. En vez de tocar el timbre, llamo a Eleanor por teléfono y le aviso que estoy afuera. 

- ¡Ya salgo! Es que Colin va a salir de pesca con Tito y lo estoy ayudando a buscar algunas cosas -

Durante cada momento, Tito me examina con detenimiento. Parece contrariado, como si se estuviera debatiendo entre decirme algo o ordenar mi destrucción. De nuevo, me encuentro comparándolo con el Tito de antes, el Tito que me protegió y me amó como nadie jamás lo había hecho. Parece sorprendido de verme aquí, pero una vez se acostumbra a mi presencia, parece más fastidiado que cualquier cosa, como si considerara que fuera un insecto molesto más que una persona.

Y aunque me veo tentada a verlo de igual forma, sé que todo lo que vivimos hace años no pudo haber sido mentira. Él me confió su corazón, me dejó verlo vulnerable o feliz. Hasta sus amigos más cercanos eran conscientes que me amaba. Y sé que algo sucedió en el medio, algo que él nunca me reveló, nunca me ha sido sincera al por qué me dejó. Nunca llegamos a hablarlo. Ya han pasado más de cuatro años, y seguimos teniendo este espacio en el medio, un precipicio donde deberían estar las palabras, las explicaciones, los porque. Ya han pasado cuatro años, y acá, al borde de las escaleras, decido que cuatro años es suficiente. 

- Solo quiero poder hablar - Le digo de repente, sorprendiéndome tanto a mí como a él. Mis palabras no me suenan reales. No puedo creer que por primera vez, le estoy hablando sin odio o sin deseo.

 - ¿Qué? - Me pregunta. Su voz suena ronca, ese acento italiano que sería capaz de acabar con guerras y curar enfermedades. No está molesto, lo cual es bueno, pero está a la defensiva. Como si esperara que yo le haga daño, cuando en realidad siempre ha sido al revés. 

- Solo quiero poder hablar, Tito. Aclarar las cosas de una buena vez -

- No hay nada que aclarar - Me dice, pero no parece seguro de sus palabras. Como un niño asustado, aparta la mirada bruscamente y la enfoca en sus zapatos. Bien. Él no quiere verme. Pero tendrá que oírme.

- Tú y yo sabemos que no es así. No te estoy pidiendo mucho. Solo una explicación - 

Él vuelve la mirada de nuevo hacia mí, y por poco pareciera que va a hablar. Abre la boca, piensa unos momentos y justo cuando empieza a hablar, la puerta se abre. Colin y Eleanor salen al mismo tiempo. Mis ojos caen en Eleanor, y por poco le incrimino el haber interrumpido el momento. Pero al ver lo... aliviado que se ve Tito, decido que es lo mejor ¿Qué podría decir que solucione las cosas? ¿Cómo puedo pensar que una explicación serviría para algo? 

Tito y Colin se van en el auto de este, cargando el equipo de pesca y prometiendo estar de vuelta en unas horas. Eleanor me guía dentro de la casa, hasta la sala de estar y me trae café con galletas mientras me cuenta sus ideas para el cumpleaños de Lucy. 

- Tengo un lugar perfecto, es un bar bastante grande que a veces sirve de salón de fiesta. Una vez fuimos a un cumpleaños ahí y Lucy lo adoró. Queda al lado de un spa, y estaba pensando llevarla ahí bajo el pretexto de que le tenemos un masaje de cumpleaños, porque si le decimos algo como "Tenemos que mostrarte algo" será muy obvio ¿Qué te parece si yo me encargo de la comida y bebidas, y tú te encargas de invitar a la gente y de la decoración? -

Río y asiento. Eleanor adora planear eventos, hacer de anfitriona, tratar a sus invitados como si fueran de la realeza. Sonrío al pensar en ella con su hijo, la típica mamá cariñosa y dedicada, la que te organiza fiestas de cumpleaños inolvidables y se sabe el nombre de todos tus amigos y hace que todo parezca bajo control. Honestamente, ese niño que carga consigo será el bebé más afortunado del mundo. 

Acordamos celebrar el cumpleaños de Lucy el día de su cumpleaños, por la tarde. Hacemos una lista de 100 invitados, con la posibilidad de que inviten a más personas. Lucy adora las fiestas gigantescas. Sin embargo, cuando llegamos a la parte de quién nos ayudará con todo y menciono a Syd, Eleanor simplemente niega con la cabeza.

- Solo llevan un año juntos, pero te juro que... Si le mencionamos que haremos una fiesta sorpresa para Lucy, lo único que hará es contarle y pedirle que no vaya. Está obsesionado con la idea que intentamos alejarla de él -

- ¿De verdad crees que haría eso? - Aunque he sido bastante vocal acerca de mi desaprobación de Sydney, me cuesta creer que Lucy pueda estar con alguien tan egoísta. 

Eleanor asiente y aunque no dice más, sé que se está guardando un par de insultos. No he estado aquí demasiado tiempo, así que no he visto mucho de la relación de Lucy y de Syd, pero igualmente decido preguntarle a Lucy si es feliz con él. Recuerdo los últimos meses de su relación con Tadeo, lo miserable que era. Sé que no quiero que vuelva a pasar por algo así de nuevo. Si de algo estoy segura, es que no hay nada más humillante que dejarte joder por un hombre más de una vez en tu vida. 



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