Capítulo 3

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Narra Cassidy

A eso de las 9:00 voy a casa de Lucy para prepararnos para ir a casa de Eleanor y Colin, donde se supone nos vamos a juntar a intentar planear la boda. Es gracioso, a decir verdad, porque la parejita no tiene absolutamente nada armado, ningún servicio contratado, ningún salón reservado, y saben que nosotras somos demasiado buenas para sentarnos a ver como su boda se convierte en una tragedia. "No somos buenos para estas cosas" Se defendieron ambos la última vez que hablamos, pero todos estamos claros que adelantaron mi llegada para que yo, loca por la perfección Lowe, me hiciera cargo de casi todo. Si no fuera por Lucy, las madres de ambos y mi propio papá, esta boda se tendría que cancelar por respeto a los santos.

Una vez en casa de la pareja, nos sentamos en el living y empezamos a ver como darle forma todo. Hay que hacer un presupuesto, una lista de servicios a los que contratar, ver de donde vamos a conseguir el pastel, los trajes, las decoraciones, donde se va a hacer exactamente, además de otro montón de cosas. Ambos quieren hacer su boda en la playa, preferiblemente en California, pero a parte de decir "Ay, que bonito" o "No. No quiero. No me gusta" no aportan mucho que digamos. Después de unas cuantas horas, terminamos de por lo menos hacer una lista de todo lo que debemos hacer, y ambos se comprometen a ocuparse de así sea una cosa. 

Colin se va para la cocina para prepararnos algo de comer. Lucy, Eleanor y yo nos quedamos en la sala. Lucy está distraída mandándose mensajes con su novio, así que solo somos Eleanor y yo, intentando mantener una conversación viva. No tardo en darme cuenta que está nerviosa ¿Será por todo esto? Desvía la mirada, mueve las manos, de vez en cuando una sonrisa que solo revela más que hay algo que no me está diciendo.

-¿Estás bien, Ela?-

-Oh, genial. Solo pensando en...la boda. Solo en la boda-Justo cuando voy a seguir preguntándole cosas con la esperanza de sacarle algo, vuelve a hablar, esta vez mucho más tranquila-Entonces ¿Que te pareció lo que te dije, de la firma de abogados en la que podrías trabajar?-

Oh, me había olvidado de eso.

-Yo...Me parece genial, pero no he tenido ni una sola entrevista ni se como se llama...-

-Te paso la información y los llamas. Cuando hablé con ellos, parecían emocionados por tenerte ahí. Vieron tu curriculum y quedaron sorprendidos. Podrías tener la entrevista el lunes y empezar el martes-

-¿Tú crees que sea posible?-

-Dalo por hecho-

Creo que vamos a tener que pasar por otro silencio incómodo, pero justo llega Colin cargando una plato lleno de sándwiches. Los cuatro nos lanzamos a comer y entonces hablamos como si nada, totalmente felices de estar todos juntos, pero de vez en cuando, pareciera como si tanto Eleanor y Colin estuvieran guardando un secreto. Lo sé por la forma que intercambian miradas cuando creen, equivocadamente, que no los estoy mirando. Son miradas serias, y hasta me recuerdan al secretismo que solían inspirar Patrick y Mhali con respecto al futuro boxeador de ella y sus problemas médicos. Intento dejar pasar este momento. Lo último que quiero para mis amigos es que estén enfrentándose con un obstáculo en su relación.

(...)

Al siguiente día, todos debemos juntarnos en un salón de un hotel lujoso ubicado en el centro para discutir todo acerca de la boda. Colin y Eleanor quieren que sus amigos más cercanos puedan todos asistir, y como se quieren casar junto a la playa, deben cuadrar bien que todos nos podamos ausentar de nuestras vidas para esas fechas. 

Lucy trae a Sydney consigo. No es la primera vez que lo veo, pero me sorprende a veces que Lucy pueda conformarse con alguien como él. No tiene nada que ver con lo físico, y de hecho Sydney conserva el cuerpo que toda una secundaria jugando football le pudo dar. Es lo aburrido que puede llegar a ser. Pareciera un prototipo de persona, con personalidad base. No se ríe demasiado, no comenta ni participa. No entiende referencias de cultura popular, pero su voz de torna más gruesa y sus ojos más oscuros cuando se habla de deporte. Si no fuera el novio de mi amiga, lo categorizaría de machito, rico y engreído. 

-¿Cuando me puedo ir? Le prometí a mi papá que lo acompañaría a cazar-

También caza. Está a favor de todo en lo que yo estoy en contra. De verdad se me hace difícil aceptarlo.

Y justo cuando pienso en lo feliz que solía estar Lucy cuando salía con Tadeo, este por fin aparece, acompañado por Tito y una chica, a la cual rodea con los brazos. Llegan triunfante mente tarde, y al vernos, sus rostros se transforman en una mueca de disgusto.

No me hace falta ver a Lucy para saber que ver a Tadeo con otra la puso mal.

-Discúlpenme, ya vuelvo-

Se marcha hacia los baños. Le echo un vistazo a Sydney, que observa desinteresadamente la TV, como en otra parte. Probablemente no se haya dado cuenta que Lucy se acaba de ir en mal estado.

Suspiro. Recuerdo lo duro que fue para mi stalkear a Tito en Instagram, solo para encontrarme con foto tras foto de él junto a alguna modelo europea, su sonrisa despreocupada confirmando que no pensaba en mi. Y ahí estaba yo, pensando en él, sufriendo desde mis adentros por alguien como él.

A veces (Y digo, casi siempre) el amor no es sino una mierda. 

Sigo a Lucy a los baños. Definitivamente Tito y Tadeo no son para nada los chicos honestos y genuinos con los que nos encontramos esos años atrás, en el cine de Lake City, aquel día que literalmente me cambiaría la vida.

(...)

Convenzo a Lucy para ir al cine, después de que la pequeña charla introductoria para la planificación de la boda termine. Al principio me mira como si estuviera loca, pero después de rogarle un poco, desiste. Eleanor nos ve marchar y nos detiene. Al contarle nuestro plan, se apunta. Colin decide irse con Tadeo y Tito, y así nos separamos de nuevo.

Nos conseguimos a Mhali en el estacionamiento.

-¿Llego tarde?-

-Para planear la boda, sí-Le digo-Para ir al cine, llegas justo a tiempo-

Y así las cuatro nos subimos al auto de Lucy y llegamos a Lake City. El centro comercial sigue igual, pero ya no me emociona como lo hacía cuando era una adolescente, con Lucy detrás mío blandiendo su tarjeta de crédito, Colin y Lyle siguiéndonos el paso. Sin embargo, ahora estoy mejor. Quizás ya no tengo un novio, pero estos últimos años, me he tenido a mi como jamás antes.

-Los centros comerciales de los ricos todos huelen a suavitel-Se queja Mhali-Es como hacer una excursión dentro de la lavadora-

Todas reímos. Subimos las altas escaleras mecánicas, Lucy con la mirada perdida, Eleanor chateando con  Colin y Mhali oliendo el ambiente como para seguir criticándolo. Yo, de repente, y sin ninguna explicación, pienso en Tito. Pensar en él porque si, suele pasar. Estoy pasándola bien, tengo mi mente enfocada y entonces aparece Tito Pastore con su acento italiano y sus ojos cafés y me susurra al oído. Me desarma. Llego al borde de las escaleras y soy yo quién no está concentrada.

-Cassidy-Siento que me llama Lucy-Tito-

¿Como ha sabido que pienso en Tito?-

-¿Tito qué?-

-Tito está ahí-

Y levanto la mirada, y, en efecto, Tito está ahí. Y me está mirando. Y es muy claro que no está muy feliz de verme de nuevo.


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