Poles Apart | JJK [+18][✔] ©

|Cap ₁₈|Premiere Hot.

Habían pasado cinco días desde la última vez que vi a Jeon Jungkook.

Hoy, llegarían mis amigas de su viaje a Dubái. Aunque cabía recalcar que no creía en eso, ya que por todas partes nos están buscando, e ir a un aeropuerto sería regalarnos a las autoridades. Así que, simplemente supongo que trabajan con alguna clase de peligrosa mafia o algo así, no lo sabía. Tampoco quería entrometerme en sus asuntos, yo ya tenía bastantes problemas con ése policía.

Me encontraba en la sala de estar, estando tirada en el largo sofá de cuero negro. Había pedido comida a domicilio; una rica y sabrosa pizza de tamaño familiar, acompañada de una gaseosa de tres litros. Sí, señoras y señores, todo esto me lo comería yo solita.

Mi estómago dio un gran gruñido, signo de mi hambruna. Jamás había pasado tres horas sin comer, esto definitivamente sería un desafío. Había sonado el timbre de la puerta principal, por lo que me levanté de mi lugar y corrí a la susodicha, abriendo ésta de inmediato.

—¡___! —Solar alza los brazos y sonríe grandemente.

—Ah, son ustedes.

—¿Esperabas algo mejor? —habla Hwasa, junto a una mediana maleta negra en su mano derecha.

—Sí, comida.

—Yo esperaba un "¡Las extrañé mucho, casi muero sin ustedes!" —dramatiza Solar.

La verdad, aquello era lo justo y preciso que diría, pero nunca he sido mucho de aquellas palabras, ni de tanta emoción. Pero lo intento.

—Ya, sí, las extrañe. ¿Contentas? —suspiro y cierro la puerta después de que ellas pasaran.

—Bueno, eso fue algo cínico, mi amiga —contesta la pelinegra.

—Si tú lo dices...

Próximamente, me encontraría en la habitación de Sol, ayudando a guardar su equipaje.

—¿Y... qué fue de ti en estos días? —cuestionó la rubia, llevando uno pantalones doblados hasta su armario.

—¿Qué quieres saber? —tomé unos tacones y los guardé.

—No lo sé... —fue al baño de la habitación, y dejó ahí su cepillo dental junto a otros utensilios de aseo.

—Entonces, no pasó nada —llevé una chaqueta de cuero al armario, para ahí colgarla.

—¿Nada de nada? —salió del baño, para sacar unas camisetas de la maleta.

—Nada de nada —afirmé, negando reiteradas veces con la cabeza.

—¿Has sabido del policía? —enarca una ceja.

Cerré mis ojos, dos segundos.

—No. ¿Por qué debería saber de él? —frunzo el ceño.

Habían pasado muchos días sin saber de su parada. Y, no es que me importase su presencia, pero ya se me había hecho costumbre su molestosa persona.

Espero no volver a vernos.

Aquella es la frase que no he podido sacarme de la cabeza. Por más que me haya dedicado a pensarla, no pude encontrar el verdadero significado a su profunda respuesta. Lo único que tenía claro era que Jeon Jungkook no quería volver a verme, pero no sabía el porqué.

Se sintió culpable.

—No lo sé, bueno —sacudió su cabeza—. Cambiando de tema...

—¿Sí? —guardé ropa interior en su respectivo lugar.

—Hay una nueva cafetería al lado de la plaza, y hoy harán una inauguración, dicen que será un evento bastante grande. ¿Te animas? —sonríe, esperando una respuesta—. Habrá tanta gente que ni si quiera notarán que hay tres criminales ahí dentro.