Se escucha la puerta del baño abrirse, y con ello un Jeon saliendo de ésta, un poco desentendido con la situación, alzó la mirada, me miró de pies a cabeza y frunció ligeramente el ceño.—¿Qué haces aquí? —cierra la puerta del baño, camina unos pasos y se queda a unos dos metros de mí.
—Claro... —rodo los ojos—. Persona estúpida, pregunta estúpida —murmuro.
—¿Qué dijiste?
—Nada que valga la pena repetir —me cruzo de brazos, suspiro y poso mis ojos en los suyos.
—Tonta... —murmura igualmente.
—¿Qué dijiste? —me levanto de la cama y quedo frente a él.
—Nada que valga la pena repetir —sonríe, nada sincero.
—Escucha, pedazo de mierda mutante, sólo vine a buscarte en son de paz, ya que se supuse que tienes hambre al igual que yo —escupí las palabras con un notable fastidio.
Me volteé sobre mis talones, pero antes de irme algo me retiene, se trataba de su mano en mi muñeca.
—Espera —habló en un tono más tranquilo.
—Suéltame... —aferra aún más sus dedos a mi muñeca—. Suéltame si no quieres un lindo parche en tu linda nariz.
—Lo siento, no suelo tratar así a las personas, menos a las mujeres —deja salir aire—. Es solo que me sacas de todas mis casillas.
Volteé a mirarlo, notando así que él tenía una mirada serena. Desde que llegó aquí, jamás lo había visto así.
—Yo... —suspiro antes de hablar—. Yo...lo siento, yo fui la que atacó primero —poco a poco, pude sentir mi muñeca ser liberada.
—¿Ves? Te dije que estás avanzando —tuerce una pequeña sonrisa, mirándome a los ojos—. Te disculpaste conmigo, eso es otro avance.
—Eres irritante —negué con la cabeza.
Me giré otra vez para salir de esa habitación, pero nuevamente algo se interpuso. Ahora se trataban de sus dos manos tomarme bruscamente de la cintura, hasta darme vuelta y quedar frente a él.
—Infeliz, te dije que me sueltes, pero veo que no entiendes... —agarro sus brazos e intento forcejear.
—Tienes razón, no entiendo —ladea la cabeza, negando—. ¿Qué harás contra eso? —sonríe con malicia.
—¿Hacer algo? Eres un caso perdido, Jeon —aprieto sus brazos, intentando una vez más zafarme de su agarre.
—Eres molesta, ___ —suspira y desvía la mirada.
—Y tú eres una total mierda.
—Mujer fastidiosa.
—Bueno para nada.
—Estorbo.
—¡Trasero de bebé! —quedo estática al escuchar mis palabras. La Vergüenza se apoderó de mí y cerré los ojos con fuerza.
—Vaya... —ríe, sin gracia—. Soy una mierda, un bueno para nada... Pero, aún así no apartas la vista de mi trasero —niega con la cabeza, lentamente—. ¿Qué haremos contigo, ___?
—¡Ahora sí...! —empiezo a mover todo mi cuerpo para así soltarme de su agarre, aunque él contenía mucha mas fuerza que yo—. ¡Muérete, Jeon Jungook!
—¡¿Te puedes quedar tranquila?! —empieza a caminar, obligándome a caminar en reversa.
—¡En serio me dan ganas de cortarte los putos testículos! —grité, intentando no caer.
Mis gemelos chocaron con la cama, perdí el equilibrio y caí de espaldas en el colchón de la misma. Jungkook había perdido el equilibrio al igual que yo, provocando que su cuerpo cayera encima del mío.
—Créeme, no quieres cortar eso...
Tomó de mis muñecas y las posicionó arriba de mi cabeza, su respiración chocaba en mi rostro y mis pechos yacían aplastados por su cuerpo. Quizá si escupía podría salir de aquí.
Genial.
—Oh, créeme, podría hacer eso y mucho más... —forcejeo mis muñecas, las cuales estaban atrapadas por sus grandes y fuertes manos.
No me quedaría ante su disposición. Jamás, ni en mil años.
—Ilumíname —susurró.
—No vales la pena —respondo de la misma manera.
—¿No lo valgo?
—No.
Jungkook se limita a sonreír. Sólo sonríe, como si le causara demasiada gracia la situación, como para que no pudiera evitar demostrarlo de alguna forma. Y entonces, su cara se acerca más, más y más hasta casi juntar nuestras narices.Demasiado cerca, aléjate.
Miró mis labios, luego observó con detención mis ojos y como si hubiera leído mis pensamientos, de un rápido movimiento se levantó de mi cuerpo, saliendo de la habitación.
•••
—Come —le di otro bocado a mis fideos.
—No, puede tener veneno —se cruzó de brazos, miró su plato de ramen e hizo una mueca de asco.
—Ya veo... —resoplo—. Tu estupidez es inmensa... —dejo los palillos a un costado de mi plato—. Come, no quiero que mi habitación huela a cadáver.
Jungkook cada vez tenía ideas más locas. Nunca se me pasaría por la mente agregar algún tipo de veneno a su comida, pero bueno, yo también tendría dudas de una persona como yo, que además lo secuestró.
Definitivamente, no confiaría en mí.
—Si me muero... —toma los palillos de metal y se lleva una buena porción de ramen a la boca.
—Te enterraré en el jardín, junto a las rosas rojas, ese es un lindo lugar, siempre quise enterrar un cuerpo ahí —termino por él y dejo mi mano posada en mi pecho—. Gracias Jeon, gracias por cumplir mi más grande sueño —bebo de mi vaso con agua.
—¡Llegamos! —entra la pelinegra por la puerta.
—Traje mucha ropa para el oficial Jeon, ___ —informa, buscando cosas entre sus bolsas—. Con esto se verá muy sexy. Pensé en traerte condones, pero luego recordé que te regalé una caja para tu cumpleaños, ya saben, con brillo y del buen lubricante.
La más estúpida de mis amigas venía entrando por la puerta, se quita los zapatos y sigue hablando, sin percatarse de que Jungkook se encontraba en nuestra presencia.
Te voy a matar.
—¡Solar! —grito.
—Oh —se tapa la boca con su mano derecha—. ¿La cagué?
—Para nada, oh, para nada, querida Sol —nótese mi sarcasmo por favor.
—Un gusto, oficial Jeon —hace una reverencia con su cabeza, como si con eso arreglara todo.
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Poles Apart | JJK [+18][✔] ©
FanficQué excitante se vuelven las palabras; policía y criminal dentro de una misma frase. Sobre todo si Jungkook lleva consigo esposas para atrapar a la criminal más buscada de toda Corea del Sur. ¿Hasta qué punto llegarían por escapar de sus prejuicios...