Poles Apart | JJK [+18][✔] ©

|Cap ₄₁|Consecuencias.

|Pov Jungkook|

Dos toques en la puerta causaron que me despertara a las nueve de la mañana, un maldito día sábado. Hoy no trabajo y esperaba con todas mis fuerzas dormir hasta un poco más allá de las once.

Salí de mi calentita cama, para salir de mi habitación y caminar hasta la puerta, la cual aún estaba siendo golpeada. Qué fastidio. ¿Qué culpa tiene la puerta?

Abrí ésta misma, encontrándome con lo que no querría ver al menos por un fin de semana.

—¿Tanto te costaba abrirme? —dio un paso adelante y entró al departamento.

—Sí... Hara, puedes pasar —suspiré frustrado y revolví mis cabellos. Cerré la puerta y me volteé sobre mis talones—. ¿Qué quieres?

—Primero que nada, no me hables en ese tonito, pues no me gusta para nada —avanzó por la sala y se dispuso a sentarse en el sofá.

—Bien... —cerré los ojos con fuerza—. ¿Qué se te ofrece? —sonreí, forzado.

—Tú... Jungkook.

—¿Ah? —fruncí mi ceño.

—Me apeteces hace mucho... —ella se levantó del puesto para caminar hacia mí.

—No te acerques —dije, antes de que diera otro paso.

—¿Vas a desaprovechar esta oportunidad? —dijo, totalmente ilusa.

¿En verdad lo preguntas?

—Desaprovecharía esta y todas las existentes.

Aunque me sentía furioso y resentido con ___, no podía hacer esto, ni si quiera por dinero. Y, a pesar de que ella y yo no tuviéramos ningún vinculo que nos una, sentía que mi corazón aún le pertenecía. Sin embargo, tal vez nunca nos pertenecimos. 

Quizá nunca debí besarle.

—Jeon... Mi padre estará furioso... —comenzó a bajar el cierre de su chaqueta.

—¿Tu padre estará furioso porque no quiero tener algo contigo?

—Qué listo eres —sonrió—. Debes de saber que mi padre quiere lo mejor para mí... —terminó por quitarse la chaqueta y tirarla al suelo.

—Estás loca.

—Tienes razón, lo estoy —sonrió, descaradamente—. ¿Qué escondes bajo esos pantalones, Jungkook? —dejó su vista pegada en mi entrepierna, sin un poco de vergüenza.

Yo me encontraba con un pantalón suelto de pijama.

—Nada que te interese.

—Ajá... —asintió—. Sí que me interesa —se agachó rápidamente frente a mí, teniendo su vista en mis pantalones—. Vamos a ver... —tomó los elásticos de mi pantalón e intentó bajarlos.

Me encontraba en shock.

—¡Sal de aquí! —agarré sus muñecas y le miré. Me encontraba exaltado, tal vez no mediría mi fuerza.

—¡Sólo quiero darte placer! —forcejeó, pero yo seguía sujetando sus muñecas—. ¡Me lastimas!

La solté, para que ésta misma cayera de trasero al suelo con un poco de miedo en su mirar, tal vez porque nunca me había visto así de enojado.

—¡No quiero que me des placer! —respiré hondo—. Tú no.

—Te espero en una de las habitaciones, si no apareces ahí en cinco minutos... Despídete de tu empleo —dijo, fríamente. Se levantó del suelo, para luego caminar a mi habitación.