No hay lugar en tu corazón [Sin Editar]

15. ¿Quién borró tu sonrisa?

Con el temor y nerviosismo ante la espera fui hasta arriba para buscar un baño, la fila era enorme, y luego de mojarme un poco la cara y mear (las cosas como son, la cerveza hace que quiera hacer pis a cada segundo) volví a bajar, pero no encontraba a Nadine por ningún lado.

Fue en ese momento, al filo de la escalera, que vi a Kori. Una sonrisa inmediatamente se posa en mis labios porque se ve animado y feliz de que otras de sus amistades llegaran.

Me detengo ahí a mirarlo. Es bastante alto y está parado bajo una de las lámparas, por ende es muy fácil para mí mantener el ojo puesto.

Mi corazón revolotea porque se nota que está buscando a alguien entre el gentío. Se alza sobre sus pies y mira hacia todas partes, inquieto. Como si alguien se le hubiera perdido.

Me atrevería a decir que quizás me busca... ¿es muy tonto que diga eso? Hace un momento cuando le di una última mirada antes de subir él estaba sonriéndole a su móvil. Con ese tipo de sonrisa que le he visto antes, pero no sabría decir en qué contexto. Es una forma muy peculiar, una de sus comisuras alzadas en un gesto coqueto y en el rostro una expresión de altanería. Es esa cara que pones cuando tus amigos te molestan con alguien y no quieres admitir que ese alguien realmente mueve tu mundo.

¡Ay Dios! No puedo creer que esté pensando en esto. ¿Cuándo en la vida me he permitido pensar en esto? ¿Mover su mundo? Pff, si claro.

Tengo las mejillas rojas, calientes y el cuerpo hormigueando. Paso mi lengua por mis labios para humedecerlos porque de pronto siento mucha sed.

Kori está buscando entre toda la gente otra vez, sus amigos le dicen cosas y lo molestan, a lo que él responde empujandolos y sonriendoles de esa forma cuando que ya no puedes ocultar tus secretos.

Kori alza la vista y luego de tanto buscar, da conmigo. Sonríe y siento que con el temblor que tengo en mis piernas podría caerme de la escalera en cualquier segundo. Veo como baja la cabeza y las personas a su alrededor no me dejan ver realmente qué está haciendo.

En ese momento que mi teléfono vibra, la ilusión y la esperanza crecen y mi corazón comienza a correr como desesperado. Me imagino la escena de caos en la oficina de Bob Esponja.

Cuando miro mi móvil pienso: solo me alejé un poco. No creí que solo segundos bastarian para romper la ilusión, pero fue así. El mensaje que leo dice: «No puedo dejar a mis amigos solos, ellos me trajeron y seria feo abandonarlos»

Me suena a excusa. Una que por muy sencilla que fuese me cae encima como un balde de agua fría. Y todas las paredes de mi bella ilusión se caen una a una, lentamente.

Sin Nadine cerca para ayudarme no sé qué hacer. Ya leí el mensaje así que es obvio que ya vi el rechazo de Kori. Amiga, ¿dónde estás?

La parte temerosa en mi se encarga de responder rápidamente, querer olvidar el minuto de valentía y esconderme en algún lugar.

@joy.arlete: ¡Oh no! Disculpa, mi amiga tenía mi celular y creyó que sería una buena idea pedirte bailar.

Poco después, me atrevo a alzar la vista, pero no es muy placentero de ver que guarda su teléfono en su bolsillo sin siquiera darle una segunda mirada a la pantalla porque la chica rubia que rodea su cuello con sus brazos es suficiente para que ninguna otra importe en la vida de Kori.

Otro poco más se rompe en mi. Ese Romeo tiene a su propia Julieta.

Trago el nudo que hay en mi garganta y decido irme. No quiero ver si llegan al beso final o no.

No puedo aguantar ese ardor en mi garganta ni el sabor malo en mi boca, así que hago lo primero que se me ocurre para salvar la situación, escapar. Siento como las lágrimas podrían acumularse en mis ojos a la espera del momento perfecto para dejarse llevar.