5. Pasado

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Pasaba de carrera por acá y quise dejar un nuevo capítulo... Que tengan un hermoso inicio de semana ❤

Y no olviden saludar al cielo a nuestro hermoso ángel Jjongie

Y no olviden saludar al cielo a nuestro hermoso ángel Jjongie

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Cuando entró en la cocina, Taemin estaba mirando en la despensa, la nevera y el congelador.

-¿Qué haces?

-¡Buscando algo de comida! ¿Sabes que sólo tienes cerveza, un huevo y un bote de pepinillos?

-¿Hay cerveza?

Taemin se colocó delante de la nevera con los brazos extendidos.

-No puedes. Estás tomando antibióticos.

-Tae…

-Es malo para la presión arterial, disminuye el efecto de los antibióticos.

Él era malo para su presión arterial, pensó Minho, deseando apretarlo contra la encimera y besarlo hasta que los dos se quedarán sin aliento.

-Cuando dejes de tomar antibiótico, podrás tomar una o varias cervezas.

Minho se pasó la mano izquierda por el pelo.

-Eres un tirano.

Él levantó la barbilla, retador. Habría querido empezar a besarlo por allí, seguir por el cuello, el pecho… hasta la curva de sus caderas, donde tenía cosquillas.

-No hay comida, Minho.

-No hay comida porque he estado cinco meses fuera de aquí.

-Ya -Lee lo sabía. Sabía perfectamente dónde había estado-. Bueno, pues tendremos que pedir comida por teléfono.

-Hay alguna ración en los cajones.

-¿Una ración de comida militar? Me niego rotundamente.

Minho señaló un armario.

-Ahí están los teléfonos.

-Lo sé. ¿Pizza, comida china, sushi, kimchi?

-En Jinmi Sikdang tienen unas ostras fritas buenísimas.

-¿Ah, sí?

-Sí, eso es lo que he comido estos días.

Lo había dicho precisamente para irritarlo, porque sabía que Taemin era un joven muy práctico y no pedía comida por teléfono a menos que fuera una ocasión especial.

Podría haber ido a comer al comedor militar, pero no quería que nadie supiera nada de su vida privada. Un capitán comiendo solo en el comedor daría lugar a muchos comentarios.

Taemin decidió pedir comida china y, cuando llegó el repartidor, ya tenía la mesa puesta. Minho estaba acostumbrado a comerla directamente de la cajita, pero él no se lo permitió.

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