Hombre Fuerte

15.Nombre

Hola, pasaba por acá a dejar algo... Creo que estaré actualizando este fic hasta terminarlo para dedicarme a otros fanfic pendientes... Saludos cordiales ❤️😘💋

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Tae estaba sobre él, desnudo y precioso, y a Minho se le hizo un nudo en la garganta. Nervioso, tomó su cara entre las manos, atrapado por el brillo de sus ojos avellanos.

-No digas nada, no hables. Por favor, cariño.

Taemin le sonrió.

-Sólo me preguntaba si tendrías preservativos.

Mientras hablaba, le bajaba los pantalones y recorría su cuerpo con los ojos.

Echándose hacia delante, Taemin sacó un preservativo del cajón, donde él los había dejado, sin tocar.

-No voy a durar mucho -le advirtió Minho.

Con la espalda apoyada en un montón de almohadas, lo observó colocarse encima de él y abrir el paquetito. Hizo una mueca de dolor cuando Taemin se lo puso, despacio, evidentemente encantado de hacerlo.

-¡Me estás matando!

Taemin se sonrió, perverso, deslizando suavemente el preservativo por su miembro. Minho cerró los ojos, sus manos le quemaban.

-Tae, cariño, quiero saber si te acuerdas -murmuró, mientras Lee dirigía el miembro a su entrada ya dilatada y se deslizaba, despacio el miembro de Choi entraba completo en él, sintiendo que el lazo que había entre ellos no se había roto.

Él murmuró su nombre, moviendo furiosamente las caderas, buscando el
ritmo que le gustaba. Le decía cosas… Siempre le había encantado eso. Le excitaba lo salvaje que era. Para él, sólo para él. Le dolía el hombro del esfuerzo, pero daba igual.

-Minho, Min…

-Mírame, ahora.

Taemin obedeció, mirándolo a los ojos mientras lo sentía cada vez más profundo. Sus jadeos lo desataron, la contracción de sus músculos pélvicos sobre su miembro lo volvía loco… Minho tomó su erección desatendida y lo masturbo para llegar juntos al orgasmo. Cuando estaba a punto de llegar al límite Taemin lo besó como sólo él sabía hacerlo y Minho empujó una última vez, hasta el fondo, dejando escapar un grito de placer al liberar sus fluidos al mismo tiempo.

-Minho…

-Lo sé, cariño, lo sé. Quiero que recuerdes esto. No lo olvides nunca.

Los ojos de Taemin estaban llenos de lágrimas.

-Nunca lo he olvidado, no podría hacerlo.

Lo amaba, nunca había dejado de amarlo. Minho sintió entonces la profundidad de su pérdida, el amor que no había cuidado lo suficiente. El placer era tan profundo como la desesperación.

Taemin despertó unas horas antes que Minho. Las últimas horas habían supuesto un tremendo esfuerzo para él, lo sabía. Mientras lo miraba, dormido, pensaba que era el hombre más guapo del mundo… y que, seguramente, había cometido un error haciendo el amor con él.

Pero se sentía completo, feliz, era lo que le había faltado durante aquel año. No se había resuelto nada, por supuesto, excepto que, de nuevo, estaban cerca físicamente. Y no se quejaba. Quizá debería dejar de lado su actitud perfeccionista y no obligarlo a nada. Quizá tendría que enfrentarse con el hecho de que Minho nunca compartiría con él cierta parte de su vida, mientras él se lo había contado todo.