Hombre Fuerte

19. Hijos

Holaaaa, pasaba por estos lados e informar que este es el penúltimo capítulo!! 😅💕

*Corre por su vida*️🏃🏻‍♀️🏃🏻‍♀️🏃🏻‍♀️

⚓💉⚓💉⚓💉⚓💉⚓

Minho observaba al ayudante de su médico cortando la escayola.

-Dios por fin, llevo siglos anhelando este día.

El médico tomaba notas mientras el ayudante hacía su trabajo.

-Estarás listo para volver a servicio en un par de semanas, pero no puedes usar el brazo para levantar algo más que no sea una taza de café hasta que yo te lo diga, capitán. Y durante un tiempo, seguirás teniendo que llevar el brazo en cabestrillo.

-Muy bien. Eso puedo soportarlo.

Desde que le quitaron el vendaje del hombro había estado haciendo terapia y estaba listo para soltar la escayola y volver a ponerse el uniforme.

-¿Tengo que darle indicaciones a tu esposo?

-Te las pedirá de todas formas.

-No me sorprende -el doctor soltó el historial y empezó a manipular la muñeca y el hombro-. Un hombre que viaja hasta Rusia y está tres días sin dormir en un hospital no es un hombre con quien que me gustaría discutir.

Choi levantó la cabeza, sorprendido.

-¿Cómo has dicho?

El médico pareció incómodo un momento. Luego dejó escapar un suspiro.

-Tu chico fue a Rusia cuando tú volviste de Nowshak, capitán. Estuvo en la sala de espera toda la noche mientras te operabamos y no se movió de tu lado hasta que estuviste fuera de peligro.

Minho miró hacia la puerta. Taemin estaba al otro lado.

-¿No lo sabías?

-No.

-No me sorprende. Nos pidió que no dijéramos nada, pero… imaginé que tenía sus razones, pero he pensado que deberías saber qué clase de pareja tienes.

Minho se preguntó por qué no se lo había dicho. Entonces se dio cuenta de que cuando no fue a buscarlo, Taemin pensó que no lo quería en su vida.

-Gracias por decírmelo, comandante. No le digas que me lo has contado, por favor.

El médico asintió mientras lo ayudaba a ponerse el brazo en el cabestrillo. Por ahora, mantendría aquello en secreto. Pero le probaba un par de cosas, que no había ido a ayudarlo por compasión ni por sentido del deber y que lo único que tenía que hacer para que su matrimonio volviera a serlo del todo era ofrecerle su mano.

Cuando salió de la consulta, Tae lo recibió con una sonrisa. El médico y él intercambiaron otra de complicidad cuando le pidió el diagnóstico y las instrucciones. Por primera vez, Choi Minho aceptó que su esposo era un perfeccionista.

Sí, pensó. Podría vivir con eso.

Hubo una fiesta sorpresa para Minho. El jardín estaba lleno de gente y verlos allí era una forma de sentir que nunca se había ido de casa, que nunca se había separado de él.

Minho estaba en el jardín, encargado de la parrilla. Taemin estaba metiendo cervezas en una nevera con hielo cuando oyó la voz de Jonghyun.

-Yo apuesto a que son diez.

-¿Qué apuestas? -preguntó él, ofreciéndole una cerveza.

-Estamos con la cuenta de los niños. Cuando volvamos de la próxima misión, yo apuesto por diez niños nuevos.