18. Regresos

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Hello, vengo de pasadita express... Recordarles que ya queda poquito, pero hay epílogo 😅❤️
Tengan buen inicio de semana!!

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Una vez llegando a la base militar, el ruido era ensordecedor. Había gente por todas partes, familias enteras esperando a sus seres queridos.
Taemin miró a su marido, orgulloso con su uniforme, mientras saludaba a los Marines que desfilaban delante de ellos y además aguantando la risa ya que se preguntó por un momento si quedaría inconsciente después de darse tantos golpes en la cabeza con la escayola.

Poco después, las puertas del avión se abrieron y los Marines corrieron para reunirse con sus familias. Minho y él esperaron pacientemente, mientras los niños abrazaban a sus padres.

-¿Sabes una cosa? Yo solía mirar a tus padres y pensaba que habías tenido una infancia genial. Casi tenía celos.

-O sea, que te casaste conmigo por mi familia, ¿eh?

-Mi tío no quería tener un niño cerca. Era joven y ser el padre de un niño al que no conocía no fue fácil para él. No me pegaba ni nada parecido… yo era más grande que él, además. Pero no me hacía ni caso. Además, me parece que mi madre y él no se tenían mucho cariño.

-O sea, que más o menos te criaste solo.

-Sí.

-Tú cambiaste tu destino, Min.

Él arrugó el ceño.

-¿Por qué dices eso?

-Mira dónde estás ahora. Eres universitario, un capitán de los Marines condecorado varias veces… Eso estaba dentro de ese niño todo el tiempo. ¿Por qué ese niño desobediente y antisocial quiso cambiar?

-Supongo que fue por Sulli.

Taemin arqueó una ceja.

-¿Quién es Sulli?

-Mi chica en el instituto. Su familia no quería que nos viéramos y, ahora que lo pienso, si yo hubiera sido su padre tampoco me habría hecho gracia. Entonces yo era muy salvaje y le prohibieron que saliera conmigo.

-¿Y qué hizo?

-Salir con el capitán del equipo de fútbol.

-Qué mala.

-No, fue mejor así… pero yo odiaba que mi actitud y mi pasado me convirtieran en un problema. Así que me puse a estudiar. Es lo único que hacía, excepto trabajar los fines de semana.

Minho había conseguido una beca por buenas notas, no una beca deportiva. Algo de lo que se sentía especialmente orgulloso.

-Una vez me contaste que, al llegar a la academia militar, te sentiste como en casa por primera vez, que eran como tu familia.

-Y es verdad. Allí les importaba lo que fuera a decidir o ha pasar conmigo.

-Aquí también, Minho.

-Lo sé, amor -dijo él, tomándolo por la cintura.

-¿Y esa persona de la que me hablaste el otro día? ¿A la que le contaste tu pasado y salió corriendo?

-No sé qué ha sido de él. Supongo que quería alguien con un pasado…

-Limpio, sin problemas. Qué estúpido -lo interrumpió Taemin-. Pero él se lo perdió. Con lo guapo que eres… y tan intenso, tan apasionado con tu trabajo, con tu deber, con tus hombres. Yo te admiro por eso. Incluso por cómo me enamoraste.

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