17.SeungJae

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Hello people!!
Pasaba a dejar uno de los capítulos del día, espero lo disfruten... Abrazos y love para uds😘💋💕

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Minho despertó abruptamente, sudado. Se sentó en la cama, con la espalda apoyada en el cabecero, y miró a Taemin, que dormía a su lado. Incluso después de haber hecho el amor, él había seguido durmiendo en la otra habitación, pero esa noche se quedó dormido a su lado. Afortunadamente, pensó. Cuando estaba secándose el sudor de la frente, él parpadeó, medio dormido.

-¿Una pesadilla?

-No… no lo sé.

Las pesadillas habían desaparecido durante las últimas semanas… o casi. Pero al menos podía dormir durante toda la noche.

Taemin se sentó a su lado, tapándose el torso con la sabana. Minho sonrió por la acción. Parecía tan pequeñito como un duende.

-Sé que es absurdo preguntar, pero…

-Estábamos en Afganistán, en las montañas de Nowshak -empezó a decir él.

Tae contuvo el aliento, como si estuviera a punto de dar un paso hacia lo desconocido.

-Allí hace mucho frío. El viento sopla con una fuerza tremenda en esas montañas. Teníamos rodeado a un grupo de rebeldes y empezaron a disparar. Había dos equipos destacados… tenían que entrar en las cuevas y sacarlos. Yo los cubría con mi compañía.

Taemin lo escuchaba, no tanto el relato de la emboscada, que había sido desde atrás, sino cómo lo contaba. Entre los detalles, contaba lo que sentía en ese momento, lo que oía, lo que pasaba por su cabeza. No era el informe que le dio a su comandante. Le contó que le había herido un francotirador, que fue arrastrándose hasta campo abierto para evitar que le dispararán a otro de sus hombres.

-Nunca había visto nada tan maravilloso como la cara del soldado que me cubrió.

Se miraba las manos mientras hablaba, pero después levantó la cabeza para mirarlo a los ojos.

-Te veía a ti Taemin. Luchaba por ti, sólo por ti. Sabía que, aunque no estuvieras en casa, estabas en algún sitio, a salvo, y eso era suficiente para mí. Me decía a mí mismo que te encontraría en cuanto me fuera posible, que no perdería el tiempo, que te convencería para que volvieras a casa -Minho tomó su mano y la apretó contra su corazón-. Y entonces apareciste aquí, en la puerta.

Temblando, Taemin se acercó para darle un beso.

-Gracias.

Sabía que debería hablarle del niño en ese momento. Pero sentía que todavía no habían solucionado todos sus problemas. Sólo habían cruzado un puente, les quedaban muchos más.

Él quería tener familia, Choi no. Cómo habían evitado hablar de ese tema durante las últimas semanas era algo incomprensible.
Minho había crecido sin nadie y no sabía lo divertido, lo hermoso, que era tener hermanos. Ni siquiera quería tener un hijo. No había querido ese lazo con nadie. Pero cuando lo tomaba en sus brazos, sonriendo, Taemin se olvidaba de todo lo demás.

-Eres tan suave -murmuró él, acariciando su espalda.

-Me encanta que me toques.

-Te deseo tanto…

-¿De verdad? ¡Quién lo diría! -sonrió Tae, metiendo la mano por debajo de las sábanas para acariciarlo. Como siempre, estaba preparado para él.

-Mmmm Tae-Taeminie…

-Ahora, Min. Te deseo ahora mismo.

Taemin apartó la sábana y se colocó encima. Minho no esperó un segundo, se acomodó y dejó que lo montara, besándolo, inclinándose hacia adelante para buscarlo de nuevo.

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