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Y se nos fue Minho a la Marine... Mucha suerte Mango en todo lo que se viene y fuerza a FLAMERS...😘💖💕

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Minho sabía cuándo era mejor retirarse y ponerse tras la línea de fuego. Así que cuando Taemin empezó a dar órdenes como un sargento, obedeció, acostándose en la cama para que le cambiara el vendaje. Había estado muy callado durante una hora y eso lo preocupaba. Un Lee Taemin callado era una mala señal. Significaba que se acercaba una explosión. Que, normalmente, acababa en la cama. Era lo que más le gustaba de él. Cuando quería hacer las paces, no dejaba nada en manos del destino. Pero ahora tenía esa expresión decidida de un enfermero del ejército… Diablos.

Con una bandeja llena de apósitos y gasas, se sentó al borde de la cama y empezó a quitarle el vendaje del hombro.

-¿Cuántas cajas de vendas tienes? -preguntó Choi.

-En el hospital me dieron varias. Fueron muy generosos… pero, claro, la teniente Yoona te aprecia mucho.

Él hizo una mueca.

-Es una mujer que no sabe lo que significa "quiero descansar". Esa mujer, me despertaba a las horas más insólitas para cambiarme las vendas, tomarme la temperatura…

Ésa era la razón por la que había pedido que le dieran el alta. Por eso y por aburrimiento.

-Pues ella te recuerda con mucho afecto. Además mencionó algo sobre un baño de esponja…

-A mí me gusta más que me bañes tú.

Taemin disimuló una sonrisa.

-No te muevas. Cuando te quiten los puntos será más fácil -murmuró, sacando lo que parecía material quirúrgico.

-¿Sabes usar eso?

-Pues claro. Lo usamos en urgencias. Hice un curso de ayudante de quirófano el año pasado.

Tenía que hacer algo para pasar el tiempo o se habría vuelto loco. Se pasaba el día mirando la puerta, el teléfono, esperando que Minho llamará…

-Hay que inmovilizar el hombro para que los puntos internos puedan curar. Si lo mueves mucho se romperán y podrían tener que volver a operarte. Así que prométeme... por favor, que no intentarás nada con este brazo.

Choi no contestó.

-¿Me has escuchado?

-¿Quieres que te lo prometa de palabra?

Él dejó escapar un suspiro.

-Sí.

-¿No confías ya en mí?

-En cuanto a hacer esfuerzos absurdos, pues no.

-Te lo prometo Taemin.

Lee hizo un ruido cómico, como si fuera una multitud aplaudiendo.

-Ahora relájate, así será más fácil.

-Siempre dicen eso cuando van a hacerte daño.

-¿Tienes miedo?

-¿Miedo yo? Adelante, Florence Nightingale.

Taemin lo miró enojado por aquel apodo.

Con cuidado, él quitó el vendaje del hombro y cuando vio la herida, tuvo que tragar saliva. Le habían disparado por la espalda y, aunque ésa era una herida abierta, el orificio de salida estaba destrozado.

Minho lo observaba y, aunque admiraba su eficiencia, le parecía frío. Como si Taemin hubiera desaparecido y otra persona le estuviese haciendo la curación.

Hombre Fuerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora