CHILDREN OF THE MOON; Uzumaki Boruto.

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Ya habían pasado varias semanas desde aquel ataque que habíamos causado. Durante todo ese tiempo he estado al cuidado de Kakashi, el cual ha estado enseñándome distintos tipos de técnicas para que así no tenga la necesidad de utilizar aquel poder que yacía en mi mano derecha.

—¿Sucede algo? —me preguntó intrigado por lo que lo miré sin comprender—. Me miras como si quisieras preguntarme algo. Sabes que puedes preguntarme lo que quieras, ¿no?

Sonreí de medio lado al oír aquello, él en verdad había adivinado mis intenciones.

—La princesa... ¿Cómo era mi madre? —pregunté pudiendo notar como su expresión cambiaba a una nostálgica para luego mirar aquel retrato donde salía él junto a mi madre—. Entiendo si no quieres contarme...

—Tienes todo el derecho de saber de ella —me ha dicho. Él miró por unos segundos más aquel retrato para luego verme fijamente—. Ella era alguien curiosa y bastante amable...

Y así Kakashi comenzaba a hablarme sobre mi madre. Él me ha contado cada cosa que sucedió con ella cuando era una niña, y con cada cosa que decía me iba emocionando cada vez más. Mi madre había pasado por varias dificultades, pero aun así nunca dejaba de sonreír y aquello me hizo también sonreír.

Aunque el detalle que llamó más mi atención fue el hecho de que ella era parte de los Otsutsuki y que su padre junto a su madre lo habían ocultado durante todo ese tiempo por miedo a que un día pudieran ir a por ella, ya que, mi madre contenía en ella un gran poder, un poder que de entrenarlo podría hacerle frente a cualquiera que se interpusiera en su camino.

Ahora entendía por qué Momoshiki había ido a por ella, él quería el poder que contenía y para hacerse de él la ha convertido en un fruto de chakra.

—Cuando tu madre desapareció ya estaba embarazada de ti —me ha dicho con melancolía para luego soltar un suspiro—. Nunca debimos hacer aquel viaje... de no hacerlo ustedes...

—No es culpa suya —le he dicho al momento en que colocaba mi mano sobre la suya en un intento de calmar aquella tristeza que albergaba en él—. No podía saber que aquello iba a suceder.

Él me miró con una sonrisa o eso llegaba a pensar, ya que, debido a la máscara que poseía no me dejaba saberlo con exactitud.

—Hay algo importante que debo de hacer esta tarde —me dijo de manera calmada—. Supongo que no es necesario que vuelva a repetirte las reglas, ¿verdad?

Negué ante lo que me había dicho, sabía perfectamente que cuando él no se encontraba no podía salir de casa sin supervisión y aquello no me molestaba, ya que, pensaba que si seguía las indicaciones del séptimo y de Kakashi podría reencontrarme con mis amigos.

Mientras esperaba a que Kakashi regresara he podido ver desde mi ventana a Mitsuki y al verlo me ha hecho sonreír.

—¿Qué haces por aquí, Mitsuki?

—Solo he tenido ganas de verte —me ha dicho sin quitar aquella sonrisa de su rostro—. ¿Cómo has estado?

—Bien. Ya no hallo el momento de poder salir e ir con ustedes —le he dicho con una sonrisa para luego notar como me veía con una expresión de duda, pero en pocos segundos volvía a su sonrisa de siempre—. ¿Sucede algo?

—Nada. Solamente pensaba en lo linda que estás.

Antes las palabras de Mitsuki he parpadeado un par de veces sintiendo así mi cara arder. Nunca esperé un comentario así de él.

—Mitsuki. ¿Estás bien? —pregunté con la cabeza ladeada a lo cual él asentía dándome a entender que se encontraba del todo bien, pero yo podía ver en él que no era del todo cierto. Pero como no conocía demasiado a Mitsuki he preferido cambiar de tema—. ¿Puedo preguntarte algo?

—Claro. Puedes preguntarme todo lo que quieras.

—¿Sabías acerca de mis orígenes?

Mitsuki no realizó ningún movimiento o cambió de expresión, él se mantuvo ahí viéndome con una sonrisa como siempre lo hacía.

—Tenía una leve sospecha.

—¿Por qué me has ayudado si sospechabas de mí? —pregunté mirándolo fijamente, esperando algún cambio de su parte, pero él seguía viéndome de la misma manera—. ¿Por qué tu padre ha mentido diciendo que era su hija?

—Porque de esa forma podríamos vigilarte mejor —me dijo—. Debíamos asegurarnos de que no eras una amenaza.

—Fui una amenaza.

—Lo fuiste, pero te has redimido.

—¿Y qué hubiera sucedido si se enteraban antes de que era una amenaza para todos?

En ese momento la expresión de Mitsuki cambió a una seria y eso me ha hecho inquietar.

—Te hubiéramos eliminado.

No me sorprendí o me alteré por aquella confesión; de alguna manera ya me lo esperaba.

—Entiendo.

—Aunque eso era lo que hubiera hecho si no hubiera compartido demasiadas cosas contigo —me ha dicho volviendo a sonreírme para luego sostener mi mano—. Me gustó pasar tiempo contigo.

—También me ha gustado pasar tiempo contigo, Mitsuki.

—Espero que algún día podamos volver a divertirnos.

—Yo también lo espero.

Mitsuki acarició un poco mi mano para luego verme directamente a los ojos y en ellos he podido notar la soledad que estaba sintiendo. Aquello me había inquietado e inconscientemente toqué suavemente su rostro.

—Sabes que puedes confiar en mí, ¿verdad?

—Es preferible que no te enteres de esto —me ha dicho mientras alejaba su mano de la mía—. Esta es mi voluntad.

—¿Qué quieres decir?

Mitsuki no me respondió, él simplemente me dedicó una pequeña sonrisa para luego depositar un pequeño beso en mi frente y así desaparecer de mi vista.

Esta era su voluntad. ¿Qué habrá querido decir?

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