Agosto

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A los pocos días Lucía recibe el alta y sus padres vuelven al pueblo, sé que hay algo que no me cuentan, sé que Elías la mira con desdén desde que tuvo el accidente. Sebas ha salido de España, un tema de trabajo lo ha llevado a Italia y creo que en el fondo él también lo necesitaba. Fue muy difícil ver cómo se miraban cuando a Lucía le quitaron la sedación, había mucha tensión y creo que en aquella situación el que tuvo más cabeza fue mi hermano que decidió irse. Se preocupa por ella y que necesitan un tiempo, pero Lucía se equivoca y sé que acabará arrepintiéndose.

Es viernes por la tarde, Agosto ha llegado y el calor es asfixiante, las he invitado a merendar, las cuatro como siempre, necesitamos un momento para nosotras. La primera en llegar es Lucía, se la ve cansada, busco en su mirada algún brillo que me indique qué está bien pero no lo encuentro.

- ¿Cómo te encuentras?

- Bien, el lunes tengo que ir a curas por última vez.

- Si quieres te acompaño.

- Vendrá mi madre y pasará unos días aquí.

- Eso es estupendo.

- Lya, gracias por cuidar de mi familia.

- Sabes que son parte de la mía. - Se acerca y me abraza, nos miramos y nos quedamos en silencio.- ¿Qué me ocultas Lucía?

- Solo necesito tiempo.

- Me preocupáis, ¿me entiendes vedad? - Se calla.- Mi hermano ha salido corriendo Lucía, no me voy a meter nunca en vuestra vida no tengo necesidad, solo quiero que estéis bien.

- Lya...

- ¿Qué ocurre? ¿Tan grave es que no me lo puedes decir?

- Yo...- El timbre suena.

- Joder. Esto no se va a quedar así, tenemos que hablar.

- Lo sé.

Las chicas entran, ese en nuestro mundo, siempre lo ha sido, somos una cuando estamos juntas. Por primera vez en días escucho las risas de Lucía, Leire y sus historias zen. Sé que busca regalarnos momento en las que estemos todas en paz, pero la situación se está desmadrando y creo que buscamos excusas para no reír.

-Bueno y tu poli ¿qué?- Pregunta Leire.

- ¿Cómo que mi poli? No es mi nada, solo somos amigos.

- Sí amigo que comparen cama.- Dice sarcásticamente Luz.

- Bueno, eso de momento forma parte de nuestra relación, pero no es nada serio.

- Va Lya, que hemos visto como os miráis, cuando mis padres se fueron mi madre me dijo que se notaba como te quería porque te cuidaba mucho. - Me dijo Lucía.

- De verdad no hay nada, sí lo hubiese os lo diría, pero es que no hay nada, lo pasamos bien estoy tranquila.

- Eso ya es un paso. Es la primera vez que nos hablas de un chico, aunque sea en esto términos. Porque Pablito no cuenta.- Habla Luz.

- Uff, a Pablo llevo dandole largas dos semanas y no pillas las indirectas.

- Si ya te digo yo que mucho gimnasio y pocas luces.

- Joder Lucía que manía le tienes.

- Me vas a negar que es muy cortito.

- Era lo que necesitaba en el momento que apareció.

- Ahora necesita la porra del nacional.- Dijo Leire y las carcajadas estallaron. Mi teléfono empezó  sonar y Leire fue rápida.- Anda hablando del rey de roma.

Lolitas: LyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora