Good Day [SeungIn• HyunMin• HyunIn]

32

Seungmin parecía estar animado, tomó la iniciativa de comenzar a desvestir al mayor mientras este seguía besandolo.

Cuando Hwang quedó sin ropa, Kim recorrió con sus manos todo su cuerpo buscando más contacto y apegárse más a su hyung, y este no se  quejaba, el contacto piel a piel siempre le había relajado y en situaciones así lo excitaba en demasía por el hecho de ser su lindo Minnie, aunque lo mismo hubiera pasado si fuera Innie, eso lo tenía muy claro.

—¿Quieres jugar conmigo o vas a ser serio ya?— Le había susurrando Seungmin al oído.

—Uh, parece que hoy estás muy de buenas, ¿Verdad?

—Si no puedo disfrutar fuera del hotel; quiero hacerlo aquí dentro, contigo.

Hwang sonrió aun más ampliamente y se levantó de la cama junto con Seungmin.

—Tengo muchas ideas para ti, bebé.

—Haré lo que sea que quieras.

—Siéntate— Dijo apuntando su regazo al mismo tiempo que se sentaba al borde de la silla que ocupa a antes.

Seungmin hizo caso sin rechistar y en cuanto lo hizo Hyunjin comenzó a besarlo con ferocidad, explorando su cavidad bucal y haciéndolo sentir en las nubes.

—¿Es normal amar tanto a dos personas?— Preguntó el pelirrojo.

—No lo sé, pero sé que no puedo evitar amarlos a tí y a Innie más que a mi mismo.

Hwang llevó su mano a uno de los lindos botones rozados que adornaban el pecho del pequeño y comenzó a apretar y acariciar haciendo al menor retorserse del placer.

—H-hyun-ah~ si-sigue...

Era una sensación nueva para Kim, jamas en su vida había recibido ese tipo de estimulación y mucho menos pensó que se sentiría como estar en el cielo.

—M-me encanta...

—A mí, me encantas tú.

Ahora dirigió su boca al pezón derecho mientras con la mano seguía estimulando el izquierdo dándole más placer al pelirojo, quien parecía estar apunto de correrse.

—Agh-ahh~ Mhg...Hyunnie...m-me voy a— antes de poder terminar Hyunjin dejó de jugar con el cuerpo del pequeño y lo besó nuevamente, demostrando todo su deseo y necesidad por el cuerpo del contrario.

—Lo quiero dentro hyung- Dijo escondiendo su sonrojado rostro en el cuello de su hyung.

—¿No será mucho para ti si no te preparo?

—S-sólo esta vez, ¿Si?— Respondió con una linda e inocente mirada de cachorrito.

—Si eso es lo que mi bebé quiere...

Tomó de la cintura a Seungmin y lo levantó para que lentamente se fuera sentando en su pene, su entrada era demasiado apretada y eso le hacía enloquecer; amaba esa sensación.

Los suaves y algo agudos gemidos de Seungmin le hacían volverse loco, le encantaba oír a su bebé disfrutando de lo que estaban haciendo en ese momento, no les importaba lo que la sociedad opinará acerca de ello.

Ellos eran libres de amar y disfrutar de quien les diera la gana.