Narra Océano
Luego de que Júpiter nos lanzara al Reino Mortal Arobynn comenzó con su gran romance.
Sus ojos verdes brillaban y su sonrisa era enorme. Yo cerré los ojos y lo abrazé, el continuó sin decir una palabra y todo ese tiempo mantuvo su gran sonrisa.
La sangre caía en mi pecho y se deslizaba por el costado, ese líquido viscoso y asqueroso que solo me recuerda esas noches en las que Kyro llegaba de matar gente inocente.
Arobynn: Ya no te gustan mis caricias?
Océano: ...
Arobynn: Prefieres a tu marido?
Océano: Obviamente que no. Es solo que...
Arobynn: Ya no eres la misma. Tienes un hijo y eres más decente. Te entiendo.
Arobynn se alejó de mi y me miró a los ojos.
Océano: No estas molesto. Cierto?
Su mirada no era molesta, más bien era de vergüenza. El se alejó y tomó su túnica.
Arobynn: Bien... C-Creo que me pasé de la raya.
Océano: No te vallas. Si quiero, es que... me siento extraña. Me siento igual de nerviosa que la noche de la Phantenaia.
Arobynn: Entonces te voy a hacer igual de feliz que aquel día.
Lo abrazé aún más fuerte y le dí un beso en el cuello. Estuvimos horas hasta que Arobynn quedó cansado en el suelo.
Arobynn: Fiu! Sigo con vida.
Océano: Sabes que?
Arobynn: Que?
Océano: No has cambiado nada.
Arobynn: Te divertiste mi reina?
Océano: Demasiado para un día.
Arobynn se levantó y se vistió con su armadura. Luego me envolvió con mi túnica, me cargó en sus brazos y me tapó los ojos.
Océano: A donde me llevas?
Arobynn: A un lugar que te va a encantar.
Océano: Si pudiera caminar sola sería mil veces más rápido.
Arobynn: Tu hazme caso. Es algo que llevo preparando desde la guerra de división.
Océano: Huele a rosas. Eres tu o el lugar?
Arobynn: El lugar.
Logré sentarme en el suelo pero Arobynn se mantenía tapandome los ojos.
Arobynn: 3... 2... 1... Ta da!
Al destaparme los ojos vi una casa casi tres veces mayor que la de Arobynn. No había nadie, solo el sonido de los pájaros y los animales que corrían por los alrededores.
Océano: No me digas que es tuya.
Arobynn: Sip, construida con mis propias manos. Júpiter tuvo una visión sobre un niño - el cual resulta ser Ares - y me dijo que construyera un lugar alejado y tranquilo para criarlo solo. Al principio la utilizaba como casa de verano, pero ahora es para nuestro pequeñin.
Océano: Me alegra que te preocupes por el.
Este hombre no tiene varias casas... TIENE UNA ALDEA.
Océano: Osea que... Nos vamos a venir a vivir aquí?
Arobynn: Si, y... los hijos de Kyro también...
Su felicidad se fue en un abrir y cerrar de ojos. Ahora mira molesto y disgustado.
Océano: Mírame a los ojos. Son mis hijos, y vendrán conmigo. Te guste o no.
Arobynn: Nunca me quejé de ellos.
Océano: Conozco esa mirada...
Arobynn: No dije nada.
Océano: Tienes la mirada de que los odias.
Arobynn: Pues si!
Océano: Arobynn?
Arobynn: Los odio! Me recuerdan al maldito de Kyro!
Océano: ...
Arobynn: No!- Pero no quiero dejarlos...
Este hombre o es bipolar o no sabe que hacer con su vida.
Arobynn: No se ni que decir...
Océano: Aun así mañana vendrán.
Un portal se abre y Júpiter asoma su cabeza.
Júpiter: Hola.
Arobynn: Trae a los niños...
Júpiter: A todos?
Arobynn: Si...
Júpiter: Océano te dió una bofetada o que?
Arobynn: Ahhhhhhhh :v Es cierto, se quedarán con Hibis.
Océano: Dije que no. Vendrán con nosotros y punto.
Júpiter: Ares debe crecer solo, cuando sea adolescente puede volver a verlos, pero por ahora no es seguro.
Arobynn: Así que yo gano.
Le dí una bofetada a Arobynn y caminé hacia la mansión. Estúpido... Son mis hijos!
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Dioses de Olympia
Romantizm*Version Español* *Mejorada* Un gran relámpago alertó a todas las deidades las cuales volvieron a Olympia de inmediato, nadie podía creer lo que había ante sus ojos. La sangre del rey se escurría de el trono. De pronto el día soleado se volvió oscur...