3. Hombre

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Arrastró mágicamente el baúl hasta un compartimiento vacío, el bullicio del andén nueve y tres cuartos era igual, año tras año, el bullicio no había cambiado desde esa primera vez en la que se subió al tren, ¿era posible que no se percibiese la guerra?

Daba igual, serían sólo unas horas de tranquilidad, Hogwarts se encargaría de ello, tenía miedo de saber que le había pasado al castillo, ¿se percibiría el bombarda de su padre en el muro Oeste? ¿Seguiría destruida la sala de los menesteres por el fuego mágico?

Entró en él y cerró la puerta, apretando el puente de su nariz con los dedos. De un movimiento de varita, sin que mediase palabra, su baúl salió volando hasta el portaequipajes. Hizo unos cuantos hechizos básicos para que no le interrumpiesen, la puerta se cerró, el bullicio del exterior y el ruido del tren desaparecieron, las ventanas se nublaron y lo hizo más grande. Sabía que con un simple alohomora podrían entrar, pero solo los de séptimo año podían hacer magia, y los de séptimo año estarían en la parte delantera del tren.

Nadie le molestaría.

Esbozó una sonrisa y cogió un libro, La historia de Cassandra, una vidente de la guerra de Troya. Normalmente habría dado de lado el libro, pero las cosas habían cambiado, ya no había literatura reciente sin alusión a la guerra, un clásico de literatura mágica era lo que necesitaba.

Le hirvió la sangre al recordar como estaban las librerías, con títulos como:Podría haber muerto, Mi hermana fue asesinada por un mortífago, La marca tenebrosa, Un Avada Kedavra y dos Cruciatus, Los mortífagos atacaron, Mi panadero era mortífago, Historia de la asistenta de una prima de un mortífago…

Dios, era patético como vendían el dolor de esa guerra impreso en papel, ¡si el último había sido nominado al Merlín de literatura! ¡Mi panadero era un mortífago iba a ser llevada al cine!

Era patético, el único que se salvaba era Un Avada Kedavra y dos Cruciatus, que había sido contado en tercera persona, una niña que fue secuestrada por los mortífagos, que había sufrido lo que él, e incluso más, y que había fallecido en San Mungo, ¡pero era increíble la actitud de la gente! Una enfermera aprovecha que su paciente ha muerto para escribir una historia de su desgracia y hacerse rica, y el malo era él por un tatuaje.

Hizo una mueca y comenzó a leer.

_AP_

-Por eso es lógico e irrefutable-añadió Ron con un tono que no dejaba lugar a dudas.

-Pues no estoy de acuerdo-dijo Harry-, los cazadores del equipo irlandés hacen que el buscador sea una mera figura representativa si van contra los búlgaros. Su único punto fuerte es que tienen buenos buscadores, pero, ¿con esos cazadores y esos guardianes? Ciento cincuenta puntos es una minucia.

-No estoy de acuerdo, el equipo irlandés ha pegado un bajón importante con la guerra, ahora los búlgaros están en una clara ventaja-refutó Ginny.

-Pero sus cazadores siguen siendo los mejores del mundo-rebatió Harry, contrariado porque su novia no estuviese de acuerdo en eso que él consideraba irrefutable.

-¿Y? Sus guardianes son lamentables-dijo haciendo un gesto despectivo.

-Y los cazadores búlgaros también, ni se acercaran a conseguir treinta puntos.

En ese punto Hermione no pudo aguantarlo más.

-¿Podemos dejar de hablar de quidditch?-preguntó irritada.

-Ahora no Hermione, esto es importante-dijo Ron haciendo el mismo gesto despectivo de su hermana.

-De verdad, ¿no hay nada más en vuestra vida?

Amor en la posguerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora