I'm Not For You (Posie)

Capitulo 6: El verdadero problema

Apenas Josie entro al local, se sacó sus aviadores y se encontró con dos mujeres conocidas mirándola con la boca abierta.

- ¿Algún problema?.

Josie fruncía cada vez más el ceño de su cara al no obtener una respuesta de las otras chicas, esto no le gustaba nada.

Todas sus alarmas empezaban a sonar, ya había cedido la comodidad de su casa por obligación de su psicologa, no quería perder su segundo hogar tambien.

La castaña sacudió la cabeza y trato de tranquilizarse.

- ¿Qué… hacen aquí?.

Les preguntó un poco nerviosa.

- ¡MIREN ESTO!.

Rafael se había levantado de su puesto y se acercaba al grupo.

- GRAN B NUEVAMENTE DEJANDO CHICAS CON LA BOCA ABIERTA.

Festejó caminando hacia Josie.

- No te cansas de hacerlo ¿Cierto?.

Le dijo riendo a la castaña para luego abrazarla.

Todo para Penelope era algo absolutamente nuevo en ella, en un abrir y cerrar de ojos pasó de estar aterrada por un una aguja clavándose en su cuerpo a estar intrigada por cada tatuaje en el cuerpo de la castaña.

Para nada consideraba atractiva semejante cantidad de dibujos en la piel de una hermosa persona, es más de hecho solía cruzar de calle cuando alguien así se le acercaba, pero en Josie era otra cosa.

Claro que el abrazo entre Josie y el chico de color logró que Penelope no pudiera distinguir los dibujos, y empezó a preguntarse, porque la castaña se alejaba de ella mientras que las otras personas podían abrazarla, no lo entendía.

Justo cuando varias preguntas iban a salir de su boca, a la castaña que había estado esperando en los sillones la interrumpió.

- Bes.

Con una voz sensual y con un vaivén digno de admirar la mujer se acercaba a Josie cual depredador a su presa.

El vestido apretado y si le preguntan a Penelope, de estilo prostituta, que usaba, nada dejaba libre a la imaginación.

- Que lindo verte de nuevo.

Dejo un beso en la mejilla de la castaña haciendo que la misma agachara avergonzada su cabeza, Penelope quiso sacarle de un cachetazo la sonrisa de boba que puso ante la chica y restregarle con un trapo la cara hasta que se le saliera la pintura labial que la otra mujer le había dejado.

- Ya te estaba extrañando.

Seguían los elogios.

La rabia de Penelope aumentaba a niveles inesperados.

Un abrazo de un chico pasa, pero un beso de una descarada mujer ya era mucho.

¿Por qué todo el mundo tenía derecho de tocarla pero se negaba a Penelope?.

Aun avergonzada, Josie alzó los ojos hacia la descarada mujer.

- ¿Estás lista?.

Preguntó de forma profesional.

- ¿Te preparaste como te pedí?.

Al parecer el tatuaje de la mujer requería ciertas cosas de alguna determinada manera.

- Por supuesto.

La mujer giró dándole la espalda a la castaña.

- ¿Esto está bien?.