Capítulo 49: Familias que crecen

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*Varias horas después – En Los Ángeles*

- Perdona que hayamos aparecido así de improvisto mamá.

Después de un difícil viaje y con un gran agotamiento, Penelope entraba a la casa de sus padres en busca de alivio paternal.

Alex lloraba en sus brazos y un chinchudo Pedro estaba agarrado de su vestido como si su vida dependiera de ello.

Segundos después, Russel cruzaba la puerta con Beth y Sophie dormidas en sus brazos.

El hombre se apresuró a dejarlas en distintos sillones por miedo a que se le cayeran.

- Penny… hija, no quiero escuchar que te disculpes por algo así nunca. Para eso estamos tu padre y yo, para que ustedes puedan recurrir a nosotros ante cualquier inconveniente, además tu sabes que me encanta tener a los niños aquí.

Sierra recibía a toda su familia con un poco de preocupación mezclada con felicidad por tener de vuelta a su hija y a sus nietos en la enorme y solitaria casa que solo ella y su marido ocupaban.

- ¿Sabes algo de Hayley?.

Preguntó la mujer de inmediato.

Sierra se había enterado lo sucedido por la llamada que su hija le había hecho antes de subirse al avión para hacerle saber que en unas horas iban a estar aterrizando en Los Ángeles e iban a necesitar de la ayuda de ellos para sobrevivir estos días.

Penelope agitó su cabeza en negativa.

- Josie se fue con Hope y Lizzie al hospital antes de que papá llegara a buscarnos. Me costó convencerla de que nos dejara pero en el estado que estaba Hope no podía permitir que Lizzie lidiara sola con ella.

Era de lo único que estaba segura.

- Solo sabemos lo que Hope nos contó cómo pudo del llamado que recibió.

Entre gritos, llantos y sollozos la pelirroja había contado todo lo que sabía.

- Al parecer se trata de un ataque al corazón, pero no sabemos bien.

Finalizó con tristeza mientras asentía a la seña que le hizo su padre haciéndole saber que iba a acostar a las dos otras niñas.

- Apenas termine de darle de comer a Alex me voy para allá…

Un bufido de Pedro la frenó e hizo que la pelinegra mirara al pequeño morenito.

- ¿Qué pasa con mi terrible nieto y su hermosa carita de enojado?.

Sierra se anticipó a su hija y agachándose se puso al nivel de su nieto mientras su hija se acomodaba en una silla para darle el pecho a la Park Saltzman menor.

Pedro empezó a gesticular y a revolear sus brazos enojado hacia cualquier dirección.

Penelope giró los ojos y no evitó una sonrisa por ver a su hijo del medio así.

El morenito no era para nada celoso con sus hermanas, excepto cuando se trataba de la atención de Penelope.

Pedro quería que la pelinegra fuera solo para el y para nadie más.

- ¡Maa Ale! ¡Mii Ale! ¡Bee Ale! ¡Ale todo! ¡Pedro nada!.

Ups alguien estaba celoso.

- Yo.. ¡Maa wiwi! ¡wiwi! Nada.

Se quejó que la falta de atención de la pelinegra ante sus necesidades.

- Yo ¡Maa vion! Maa nada y Ale todo.

Evidentemente alguien le había sacado su lugar preferido en las piernas de su ojiverde madre y ni hablar de la cara que puso cuando vio a su hermana menor succionando el pecho de su madre.

I'm Not For You (Posie) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora