Capítulo 38: Por fin

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*En la cita de Hope y Lizzie*

- Hope... Hope...

Lizzie llevaba por lo menos quince minutos tratando de que Hope se bajara del auto, pero no conseguía moverla de donde se había quedado.

Apenas llegaron al estacionamiento del restaurante la bailarina se bajó entusiasmada pero cuando vio que Hope no la seguía, fue hasta la puerta del conductor y la abrió con suavidad.

Hope estaba quieta, mirando fijamente hacia adelante y sus nudillos estaban blancos de la fuerza con que agarraba el manubrio del coche.

- Hope... me encanta el lugar que elegiste, es mi preferido, vamos.

La animó.

Hope agitó la cabeza en negativa.

- No puedo Liz, no puedo hacerlo. Lo voy a arruinar y no vas a querer ser ni siquiera mi amiga.

Le dijo.

- Si puedes Hope... vamos.

Intentó agarrarle la mano pero Hope la rechazó.

- No puedo.

Volvió a agitar su cabeza.

- Lo siento, no puedo hacerlo. Prefiero que volvamos a casa y que estés enojada conmigo un par de días pero que después me puedas hablar. Si hacemos esto seguro lo arruino todo y después no me vas a querer ver más y yo no voy a poder soportar eso Liz. Por favor no me obligues a hacerlo, no puedo perderte.

Dijo todo sin mirarla.

Lizzie se quedó por unos minutos mirando fijamente a Hope.

Luego suspiró y cerró la puerta del conductor para darle vuelta al auto y así poder volver a su asiento.

Hope miraba a la rubia caminar resignada.

Supuso que Lizzie se había cansado de tratar con ella y llevó una de sus manos al contacto para arrancar el motor del auto justo cuando su acompañante ocupaba el lugar de su derecha.

- ¿Puedes apagar el motor por favor?.

Pidió suavemente la rubia alta.

- Pero Liz... yo... pensé que... pensé que nos íbamos a ir y...

- Apaga el motor Hope.

Ordenó esta vez de tal forma que a Hope no le quedó otra que hacerle caso.

- Y dame las llaves.

Agregó.

Hope giró lo ojos e hizo caso.

Resignada apoyó su cabeza en el volante luego de soltar un suspiro.

- Liz yo...

- Se que tienes miedo Hope.

Afirmó Lizzie interrumpiendo lo que seguramente iba a ser una excusa más del miedo de la pelirroja.

- No tengo mied...

- Si lo tienes.

No dejó lugar a duda.

- Y tienes que dejar de mentirme, siempre se cuándo lo haces, te conozco demasiado y no me gusta que lo hagas, me hace sentir tonta.

Era cierto, nadie la conocía mejor que Lizzie, ni siquiera Penelope llegaba a tal punto.

- Perdona, nunca quise que te sintieras así.

Se disculpó sinceramente.

Lizzie acarició el cabelló de Hope.

- Lo se. Pero no tienes que avergonzarte de tener miedo, yo... yo también lo tengo.

I'm Not For You (Posie) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora