3 - Estoy cansada, nada más

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—Cuidado, Sol.

—Sí papá, te amo.

Baje rápido hasta donde se encontraba el auto, Matías me hizo un rostro no muy contento y Dustin puso en blanco los ojos.

—Sólo son diez minutos tarde—dije y subí al auto—. Anden, quiten esa cara.

—¡Diez minutos, Sol!—dice Matt y Dustin al unísono.

—Cállense—dije y sonreí.

El auto arrancó y para empezar a ver qué posiblemente lo que me dijo Matías era cierto, ni siquiera me dí cuenta de la presencia de Alex en el auto, tenía el movil en el rostro literalmente.

Llegamos al colegio y fue hasta ahí que el dejo el móvil.

—¿Están acá?—me preguntó Alex.

—¿Quienes?—pregunté un poco sería.

—Zoe y Rachel—termina Matías.

Yo busqué con la mirada.

—Creo que no llegan aún, pero puedo estar acá, ustedes vaya...

—No, hasta que estés con la sirenita nos iremos.

—Deja de llamarle así a Zoe—sonreí.

—¡Oh vamos!—suelta una risa—. Sabe que su cabello es realmente cool.

¡Demasiado cool! Pero si viesen lo fabuloso que es su cabello en el sol.

A lo lejos divisé qué arribó el auto de Nico, entonces de ahí salió Zoe con una mala cara, a Zoe no le aturde el colegio, lo que la aturde es levantarse demasiado temprano.

—Te estaba buscando—pegué un brinco cuando Rachel apareció detrás mío.

—¡Hola!—dije mientras lo abracé—. ¡No te veía por ningún lado!

—Vos nunca ves nada—dice y se echa a reír.

—¡Hola Matías, hola Alex, hola Dust!—dice sarcástico mi hermano—. ¿Somos invisibles o qué?—Matías se echó a reír—. ¿Cómo os fue en chile?

Rachel se acercó a ellos y entonces Zoe apareció a mi lado, ella saludo a todos para luego colgarse de mí.

—No te pongas nerviosa pero, Demian está detrás de vos observándote—dijo y si me puse nerviosa.

Pero no era tal vez exactamente volver a ver a Demian lo que me traería la nostalgia que sabía que me iba a invadir, tal vez era volver a ver a la niña que creí mi amiga demasiado tiempo, tal vez creí que la historia de su madre y la mía volvería, a repetirse en nosotros.

Consideraba a Elena cómo una hermana, siempre fuimos las cuatro; Zoe, Rachel, Elena y yo. Parecía historía de una película cliché dónde las amistades parecen ser lo más importante; «Al menos para mí lo es, mis padres lo han recalcado muchas veces» para Elena no fue así, fue tan cruel ver cómo en mi propia cara, se le insinuó a quién era mi novio.

Vayamos buscando el aula, así podemos sentarnos juntas.

—¿Por qué siempre me haces a un lado? ¿Olvidas que yo también voy en tu salón?—pregunta Matías—. Solamente esperemos a los gemelos.

Alex va un grado mayor que nosotros, Dustin dos grados mayor que nosotros.

Los gemelos Anderson, son un par de chicos Canadienses que son un caos, recuerdo que uno de ellos, Felix para ser exactos, me confesó que era gay y que sentía algo por Dust; para ese entonces Felix era un niño «eramos» y tenía miedo de ser juzgado, tenía once, bueno ya pasaron cinco años y es un libre pillo, ahora tiene una relación con un chico de Canada y a pesar de la distancia, la relación es súper buena.

2 | Todo lo hice por nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora